"Se acercó y me susurró... : Aqui está tu Superstar, pidiendote que no lo dejes solo...Porque él ..te ama..."

Cap. 22: "Give an advice..."

-¿Lo estás diciendo en serio?- gritó Violeta
-Por supuesto que no- dijo algo molesta
-Me diste un susto- dijo suspirando –Entonces… ¿Cuál es el problema?-
El problema era su miedo, ese miedo que le llegaba cuando se imaginaba una vida junto a él y por alguna razón sentirse tan pequeña en un mundo nuevo y gigantesco que, sabía muy bien, no estaba hecho para ella.
-¿Te das cuenta que preguntas demasiado?- ignoró su pregunta. Ella sólo refunfuñó.
.
Los días fueron pasando, sin nada trascendental. El frió azotaba a Alemania, donde Mirge viajó para pasar las fiestas con Ivi. Sus primeras fiestas lejos de casa para ambas.
Los chicos la pasaron cada uno con su familia, mientras que las fiestas para Gaby y Claudia fueron nuevamente con el clima cálido que caracterizaba al país.
Apenas comenzó Enero, los chicos tuvieron algunas presentaciones y entrevistas, no tantas, pero lo suficiente para mantenerlos lejos de casa y de ciertas situaciones.
Bill había hablado con Gaby muchas veces, pero en ningún momento notó algo raro en ella, eso era porque cada vez que ella lo escuchaba hablar desaparecía cualquier miedo que pudo haber sentido antes. Toda la intranquilidad se convertía en polvo.
Una noche de enero, Gaby se encontraba preparando las maletas para el viaje que haría al día siguiente, su viaje de fin de curso y como lo habían planeado, el viaje donde vería d nuevo a Bill
-¿Qué haces?- preguntó su hermano mirándola desde la puerta
-¡Preparando mis maletas! ¿Acaso no lo notas?- dijo gritando
-Vas a Brasil, no a Estados Unidos ¿Para qué guardas ropa de invierno?- termino de preguntar para luego alejarse riendo de ahí
-¡Demonios!- dijo, volviendo a desempacar. Estaba hecha un manojo de nervios, se sentó al borde de la cama apoyando su frente en su mano, por un momento pensó en no ir a ese viaje pero luego se retractó.
-
El día del viaje había llegado, y ella sabía bien que aparte de eso, también significaba un encuentro, un encuentro que ella se había imaginado muchas veces, pero tenía miedo porque de esa manera definiría algo que la estaba atormentando. ¿Sería capaz de dejar todo para permanecer al lado suyo?
-¡Gaby!- gritó alguien sacándola de sus pensamientos -¿Por qué no subes?- dijo la chica de largos rulos, Celeste, quien gritaba desde la ventanilla del ómnibus
-Ya voy- dijo llevándose la pequeña mochila negra que tenía a mano, por sobre la espalda...
-¿Te pasa algo?- pregunto la morena cuando Gaby se sentó al lado suyo
-No… nada- respondió escuetamente
-Porque…- fue interrumpida
-Seguro estaba pensando en su superstar- dijo Violeta parándose desde su asiento que estaba detrás del de Gaby.
-¿Por qué dices eso?- pregunto Guadalupe, quien estaba al lado de Violeta, con una sonrisa pícara
-¿Eh? ¿Por qué tan segura de eso?- preguntó a Violeta
-Bueno… porque mañana lo verá – dijo mordiéndose el labio y riendo
-¿¡Qué!?- gritaron las otras dos atónitas -¿Por qué no me lo contaste?- preguntó algo enojada la de rulos
-Tal vez porque sabía que cierta persona tendría lengua suelta-
-Ay… Está bien, ya no digo nada- dijo ofendida
-Qué más da si ya lo dijiste todo-
-Entonces… ponte linda…- dijo Guadalupe
-Sí… ¿Qué tal si ya no le gustas y se espanta?- dijo Celeste riendo
Gaby se cubrió la cara con su pequeño cojín. Estaba un poco más aterrada
.
Sus pupilas le pesaban y cierta claridad lastimaba sus ojos
-Ya despertó- escuchó gritar a alguien ¿Acaso le había ocurrido algo?
-¿Qué pasa?- preguntó a penas fregándose los ojos
-¡Felicidades Gaby!- gritaron todos, pero no precisamente en coro
¿Felicidades? ¿Pero porqué? Trató de poner en claro su mente, el día, el mes y fue ahí cuando todo tuvo sentido… 18 de enero, su cumpleaños. Se perdía entre abrazos y saludos, su mente aun no trabajaba, lo que le sucedía todas las mañanas (1)
-Apúrate Gaby- le gritaron desde la puerta del hotel. Caminó con más rapidez para alcanzar a sus amigos.
-Yo elijo esta cama- dijo Celeste eligiendo la más cercana a la ventana.
-¡Ah no! Yo me quedo con esa- se quejó Violeta
-Olvídenlo. Es mi cumpleaños, y me quedo con esta- iban a empezar a quejarse –No me han regalado ni siquiera un caramelo… Asique- ambas guardaron silencio y se resignaron.
-¿Te pasa algo? – Preguntó Celeste – Estas algo pálida-
-¿Más de lo que ya es? – Espeto bromista Violeta acercándose -¡Oh! Podías ser más pálida. No lo sabía- continuo bromeando, su otra amiga la codeó
Gaby se alejó, saliendo afuera, en el pasillo
-Hola…- dijo algo nerviosa
-Gutën Morgen Prinzessin
Gaby soltó una pequeña sonrisa, tímida –No me digas así...-
-¿Qué? Güten Morgen?- dijo riendo. Igual que ella
-No... Lo otro-
-Pero si es verdad... Eres mi princesa- Tanto se ruborizó ella que hasta él podría sentirlo. Le regalo una sonrisa tranquila, si bien ella no lo veía, lo sentía. –Te quería decir que ya estoy en Brasil y puedo suponer que tú también-
-Sí, acabo de llegar- afirmó
-No vamos a poder encontrarnos en el hotel... Será en otro lugar-
-¿Otro lugar? ¿Dónde?-
-Tom te encontrará en el hotel y te traerá ¿Está bien?-
Ella se incomodó un poco –Esta bien. ¿A qué hora?-
-Ahora mismo- dijo riendo
-¿Ahora?- se sorprendió
-Claro. Te espero- dijo en un tono melancólico.
-Nos vemos...- hubo silencio
-Te amo- dijeron al unísono para luego reír. No era la primera vez que pasaba eso (2)
Gaby volvió a la habitación y se encontró con las sonrisas cómplices de sus 3 amigas -¿Qué?- preguntó inocente
-Alguien se va a encontrar con su superstar- dijo Violeta en un sonsonete
-Maldita sea la hora que aprendiste ingles- dijo en un murmullo mientras caminaba hacia sus maletas, aun no había desempacado. Trataba de mantenerse tranquila, aunque sus manos temblorosas y la palidez de su rostro la delataban
-¿Te vas a encontrar con él, verdad?- preguntó Celeste sentándose en la cama a un lado de la maleta
-Qué más da... Sí- dijo finalmente sacando algunos atuendos y caminando hacia un mueble que tenía un espejo de forma circular con un lindo entallado alrededor -Lindo espejo- comentó al sentarse enfrente y tratando de cambiar el tema
-¿Y? ¿Dónde se verán?- pregunto una curiosa Violeta descansando su brazo en el hombro derecho de su amiga
-Que les importa- dijo a secas pero con media sonrisa
-Nos importa… y mucho- dijo la de rulos mientras reposaba su brazo en el hombro izquierda de Gaby
-¿Pueden buscar otro lado donde descansar? Gracias- dijo algo molesta
-Ya basta…- intervino Guadalupe quien, al parecer, era la más tranquila y madura de todas (3)
–Déjenla en paz- dijo sonriendo a Gaby- Y tú ponte linda y deja de temblar-
-Gracias- se miró al espejo. Una palidez que ya solo parecía su piel cotidiana, el cabello un poco largo y algo desordenado, la boca pequeña y sin tanta gracia, el cuerpo de una niña aun menor ¿Por qué se había fijado en ella? Tantas a su alrededor y tuvo que elegir a la chica con más timidez, con una tranquilidad y locura entremezclada en una sola persona lo que la hacía un desastre.
-Gaby…- despertó de su ahogo personal -¿Te pasa algo?- preguntó Violeta
-Nada…- dijo comenzando a peinarse
-En fin… Yo quisiera ver a Tom- dijo Celeste
-Él vendrá por mi hasta aquí- Celeste volteó al instante
-¿Enserio?- Gaby asintió – ¡Quiero verlo! Por lo menos de lejos- dijo emocionada
-De lejos está bien-
*
Tom descendió del vehículo que había alquilado (4) durante su estadía en aquel país. Llevaba unos lentes oscuros y una gorra para así poder evitar ser reconocido. Entró al lobby del hotel, miró hacia un lado y la vio sentada en un sofá, pudo notar que estaba nerviosa ya que jugaba con sus dedos y se acomodaba el cabello cada 2 segundos, aunque no había nada que acomodar. Levantó la mirada y se asustó un poco al notar que él estaba ahí. Él hizo un gesto con la mano para que lo siguiera, ella miró a su alrededor y caminó hacia él
-Hola- dijo algo tímida y casi sin mirarlo
-Hola- dijo él sonriendo. Le causaba gracia su timidez por alguna razón -¿Lista?- preguntó
-Eso creo- dijo dudosa
Caminaron hacia el auto y Tom le abrió la puerta de éste para que subiera rápido
-¿Estas nerviosa?- preguntó algo que, claramente, era obvio per tal vez sólo buscaba un tema de conversación
-Sólo un poco- respondió sonriendo por lo bajo -¿A dónde iremos?-
-Al muelle- dijo tratando de guardar cualquier otro detalle. Aunque la verdad, no había muchos
-¡Oh! Cerca del mar ¿verdad? -dijo levantando por primera vez la mirada (5)
-Claro…- dijo como si fuera lo más obvio - ¿Acaso tienes miedo del mar?-
-Nunca he estado cerca de uno- la miró sorprendido
-¿Lo dices enserio?-
-Ajá, mi país no tiene salida al mar y en los viajes que hice no tuvo tiempo de ver uno-
Tom sonrió, el encuentro se volvía cada vez más interesante.
Un silencio invadió el auto, ella era tan tímida que hasta lo ponía un poco nervioso al encontrarse sin ningún tema del cual hablar. Bill no había pensado que ellos nunca se habían hablado antes, lo máximo fue un “Hola” de parte de Tom que termino en una Gaby desmayada por el asombro. Y unos que otros cruces de palabras que apenas recordaban
Era tímida, pero no como lo era Mirge, quien al estar nerviosa habla de tantas cosas para cubrir su timidez que él puede quedarse a escucharla o contradecirla todo un día.
-¿Por qué sonríes?- preguntó Gaby sorprendida
-¿Sonreí? No lo había notado- dijo casi ruborizado
-¿Pensabas en alguien o…?-
-No… creo que solo se me salió- Gaby miró para otro lado y sonrió
-A propósito ¿Cómo anda Mirge?- preguntó inocente
-¿Mirge? Bien… creo-
-¿Crees?-
-No la he visto en un tiempo. Ya sabes, por los viajes y todo eso- se explicó
-Entiendo…- se preguntaba si debía preguntar lo que le rondaba en la mente -¿Ustedes 2 tienen algo?-
Tom paró de golpe el auto, para su suerte, la autopista estaba casi desierta. Gaby sintió que su corazón casi y salía por su boca –Por suerte uso cinturón de seguridad- dijo mientras trataba de calmar su agitada respiración
-Lo siento- carraspeó Tom –Es que no esperaba que fueras tan directa-
-Lo sé. Discúlpame-
-No te preocupes- respiró hondo
-Supongo que no quieres hablar de ese tema- dijo Gaby, ya un poco avergonzada
-No es eso- dijo ambiguo –La verdad es que… No sé muy bien la respuesta a eso-
Gaby lo miró confundida casi sonriendo. Esa respuesta le parecía muy infantil de hecho, le recordó a un adolescente que nunca sabe lo que quiere o a quien quiere y espera que otros le consigan una respuesta. Pero tal vez lo estaba juzgando muy apresuradamente.
-¿Cómo que no sabes?-
-Bill consideró en traerla con nosotros pero, yo no quise- dijo con el semblante serio
-¿Por qué?- preguntó Gaby casi molesta
-No quise que nos vieran con ella- Gaby ya había enfurecido
-¿Te avergüenzas de ella o qué?- preguntó casi gritando
-¡No!- se apresuró en negar Tom –Y cálmate- dijo algo asustado
-Entonces…-
-Lo que pasa es que… Ella es diferente-
-Sólo porque no es modelo o actriz…-
-¿Podrías calmarte y dejarme terminar?- dijo algo fastidiado pero a la vez algo contento ya que Gaby no se callaba las cosas ni se sonrojaba tanto
-Está bien, está bien…-
-No está acostumbrada a mi mundo y no quiero que todo el mundo la vea y la juzgue- Eso le había recordado a alguien
-Conmigo pasará lo mismo…- dijo algo cabizbaja
-No es lo mismo. Bill nunca se ha mostrado con alguien y cuando te vean a ti, verán que él ha encontrado a su chica. En cambio yo…-
-Has estado con tantas y nadie nunca las tomo enserio- dijo directa
-Porque yo no lo hacía. Además ella trabaja en el lugar donde más la van a juzgar- dijo recordando esa foto que ella tuvo que tomar, lo mal que él se había sentido, y todas las malinterpretaciones que surgieron después eso.
Si bien esa foto llegó a las revistas, el tema había acabado rápidamente ya que ambos lo habían negado. En especial la modelo que estaba en planes de matrimonio.
-¿Sabes algo?- dijo Gaby después de un silencio –Si es por ese trabajo, Mirge puede conseguir otros mejores. Si hablamos de que todos la van a juzgar…- Tom la miró –Todos estamos sujetos a eso en algún momento. Algunos tal vez más que otros-
-Si eres fan, debes saber todos los conceptos que tienen de mí- dijo riendo, con una risa nerviosa y con un toque de molestia
-Ella te quiere y si le das la oportunidad de que te conozca de verdad, no solamente como Tom el guitarrista de Tokio Hotel, jamás le importará lo que puedan decir todas las revistas, todos los blogs o quien sea, sobre ti… Porque estará segura que ella te conoce mucho más que todos ellos- le regaló una sonrisa –En cuanto, a “tu mundo” como dices tú, si deben de estar juntos, ese mundo se convertirá en el de ella y el de ella en el tuyo- Gaby volvió a repetir eso en su cabeza ¿Era aquello un consejo para ella también?
Tom estaba algo avergonzado, pero aliviado. Ella tenía razón
-Mmm ¿Tom?- dijo Gaby después de unos segundos
-¿Si?-
-Ya podemos irnos- sonrió
-¡Ah! Lo había olvidado. Bill ya debe de estar preocupado- encendió el auto y siguieron su camino
*
-Ya llegamos- avisó
-¿Ya? Pe…- tartamudeó un poco –Pero está muy silencioso aquí y no veo el mar- dijo mirando por la ventana
-Bueno, no querrás que medio Brasil te vea…-
-Tienes razón pero ¿Y el mar?-
-No te preocupes por el mar ¿sí?- dijo sonriendo y abriéndole la puerta del auto. Se apresuró en cubrirle los ojos
-¿¡Qué estás haciendo!?- gritó tratándose de quitar sus manos de encima de sus ojos
-Espera un momento- dijo él haciéndola caminar más hacia adelante
-Me estas asustando- dijo casi arañando sus manos
-Bueno, yo me voy de aquí- dijo dejándola
-Pero qué…-
* leer con [http://www.youtube.com/watch?v=pnfEokCCSYM ]
Y ahí estaba, tiesa, con el corazón estremeciéndose y la alegría que inundaba su cuerpo al verlo ahí con la vista posada en ella.
Para ese día había planeado caminar con tranquilidad, como si fuera un encuentro cualquiera. Pero le fue imposible. Su caminar se volvió en una corrida, más aun cuando una enorme sonrisa empezaba a aparecer en el rostro de Bill…
Hubieran sido unos 10 pasos nada más pero no pudo contenerse.
-¡Gaby!- gritó Bill mientras la rodeaba con los brazos por la cintura y la elevaba, mientras ella lo abrazaba por el cuello
-Por fin…- susurró besándole la frente a la par que sonreía
Bill la bajó y quedó mirándola atentamente, acariciándole la mejilla que de a poco se ruborizaba. Él sonrió al notar eso.
-¿Qué pasa?- preguntó intrigada. Bill acomodó el mechón de cabello que caía sobre su rostro. Se inclinó y la volvió a abrazar por la cintura pero esta vez juntó sus labios con los de ella y los acarició suavemente.
Gaby posó sus manos sobre el pecho de él y sintió el latir de su corazón. Tan acelerado como el de ella
Se miraron y sonrieron
-Ven- dijo él tomándola de la mano
-¿A dónde vamos?- preguntó ansiosa.
Quedó mirando atentamente lo que había tenido frente a ella todo ese tiempo, pero que no había llamado su atención… El mar.
-Es hermoso- dijo con los ojos centelleantes
-Lo sé- dijo vago, ya que él contemplaba otra vista, la que le parecía más hermosa. Ella…
Su cabello bien recogido, sujeto por un pequeño lazo, y algunos mechones que caían a cada lado, sus ojos ligeramente maquillados y esas mejillas tan notorias y algo enrojecidas. Un vestido de playa color celeste claro que le quedaba hasta por sobre la rodilla y llevaba unas sandalias color beige. Tenía unos pies pequeños. Sonrió ante su observación.
Sintió el toque de sus suaves manos y se aceleró su corazón. Ella lo tomó de la mano y luego sonrió, inmediatamente haciéndolo sonreír a él.
-¡Corre!- dijo jalándolo... Casi llevándolo al suelo
-¿Qué pasa?- preguntó confundido
-¿Qué? ¿Acaso nunca has tenido esas ganas de correr?- dijo riendo y corriendo sobre la arena
Él rió… Y corrió tras ella, sacándose los calzados
Ella daba vueltas y reía como nunca lo había hecho antes.
Su lazó se soltó por una brusquedad y su cabello quedó al viento, libre, como se sentía ella en ese momento.
-Está loca…- susurró Bill sonriendo –Pero es hermosa…- corrió hacia ella tratando de atraparla pero ella se escabullía traviesa (5)
-Estas lento mi niño- dijo sonriendo. “Mi niño” por alguna razón aquello le había parecido tan tierno pero con un toque sensual. La forma tan exquisita y dulce con que aquellos labios lo habían pronunciado hizo que se estremeciera.
Ella poco a poco se iba acercando al mar, no pudo contener las ganas de correr hacia allí. Y así lo hizo
Bill quedó sorprendido, pero aun así la siguió…
Gaby se empapo por completo, su vestido quedó ceñido a su cuerpo y el cabello completamente mojado. Sus pies apenas y rozaban la arena. Se fregaba los ojos cuando sintió que unos brazos la aprisionaban.
-Te atrapé- dijo pícaro
-¿Y?- dijo mordiéndose el labio -¿Qué ganas?-
-Esto- acercó lentamente sus labios entre el cuello y la mejilla de ella y depositó un beso, sintiendo hasta las pequeñas gotas del mar en su piel.
Sus corazones parecían no caber en el pecho…
-Feliz cumpleaños…- le susurró al oído. Ella comenzó a acariciarle el cuello llegando a sus labios, los cuales acarició para luego besarlo…



(1) Es la verdad, me pasa todas las mañanas
(2) Por si no lo recuerdan, sucede lo mismo en el capítulo 16 (:
(3) no es verdad, pero necesitaba que por lo menos una sea asi xD jajaja
(4) Supuse que no llevarían sus propios autos. Ya que una vez había leído que solo en ciertos países pueden usar su audi (?
(5) No sé, algo me dijo que lo pusiera así


Cap. 21: "Descubriendo..."

Ok... Me disculpo con todo el corazon. Entiendo que ya no sigan la fic, pero no fue por mala :c les expliqué lo de mis examenes u.u Tardaré como una semana o más por ahora.. porque, bueno.. ya saben.. el colegio u.u




Ok aqui les dejo. Mil disculpas <3




Nota: desde ahora usare " (*) para luego dejar nota de autor, es que en los proximos capitulos habran cosas que tengo que explicar n.n




Espero les guste (:


































Debo admitir que aquello me había asustado. Empecé a buscar el botiquín –Y serás tonta- dije aun con los ojos llorosos mientras buscaba curitas y gasas –Oh mierda- me quejé luego de haber rozado mis heridas por el borde de la caja.

Me apresuré en vendar mis manos, y comencé a limpiar los restos de vidrio tirados por doquier al igual que gotitas de sangre. Casi me da nauseas

****

Al día siguiente no fui a la universidad. No había alguna lección importante y tampoco quería dar explicaciones. La noche anterior ni siquiera pude conciliar el sueño.

Ahí estaba, sentada jugando con la cuchara de mi leche con cereal. Apoyaba mi codo sobre la mesa y mi mentón sobre mi mano. Daba vueltas a mi desayuno y de vez en cuando probaba un poco.

Creo que hasta el cereal con leche me hace pensar en él…

-¿Quién es?- pregunté al oír que alguien llamaba a mi puerta.

-Soy yo Ivi…- quedé mirando a la puerta y con la mente suspendida

-¿Georg?- pregunté evitando tartamudear

-Si…- ¿Acaso tenía el descaro de venir a verme? Abrí la puerta

-¿Qué quieres?- pregunté de mala gana. Al mirarlo sentí que mis piernas temblaron, asique evitar sus hermosos ojos era una buena idea.

Caminé hacia mi desayuno de nuevo, él me siguió y cerró la puerta

-Por favor deja que te explique-

-¿Qué tienes que explicarme?- pregunté

-¿Viste ese canal en donde hablaron de la foto?- preguntó algo nervioso

-Sí, lo vi…- no podía deja mi mal humor a un lado y eso me molestaba

-Discúlpame- ¿Disculparlo? No pude entender el porqué ¿Acaso sentía pena de mi? ¿De lo ingenua que fui?

-¿Te estás burlando de mi?- pregunte con una sonrisa falsa

-¡No!- se apresuró en decir –Tenía que hacerlo… Por la foto…- dijo entre cortado ¿Me tendría miedo? Quise reír con ese pensamiento pero mis mejillas estaban quietas y se negaban a dar algo parecido a una verdadera sonrisa

-Con que la foto ¿eh?. Dije volviendo a lo que estaba haciendo. Jugar con la cuchara

-Sí… Lo siento mucho- ¿Por qué seguía disculpándose?

-Ya basta- dije algo molesta

-Aún no sé como consiguieron esa foto- continuó

-No tienes porque explicarte tanto- dije levantándome

-Pero puedo notar que te enojaste por la foto…-

-¡Mierda! ¡Que no estoy enojada!- grité. Obviamente no sabía disimular

-Psss... Claro, no lo estas…- le dirigí una mirada fugaz. Maldita sea, que sí lo estaba –Entiendo que lo estés…- dijo tranquilo –No creo que te haya gustado que te confundieran con otra persona- Elevé la ceja derecha

-¿Qué?- claramente había algo que no había captado

-Dijeron que la de la foto era…- desvió la mirada –Ya sabes… y la de la foto eras tú…-

-Pero…- tragué saliva –Nosotras no nos tomamos de la mano en aquel paseo…- le recordé. El sonrió de lado.

-¿Conoces el photoshop?- preguntó gracioso –Y además mintieron, no fue muy reciente…- Me sentí confundida y tonta -¿Tú que pensaste?- preguntó curioso. Me solté a reír y a abrazarlo… Gran debilidad mía, pero no podía describir lo completa que me sentía con sólo un abrazo suyo

****

Después de aquella noche, Tom iba a buscar a Mirge todas las noches, y la dejaba hasta la puerta de su apartamento. ¿Qué es esto? Se preguntaba ella cada vez que él volteaba y se disponía a regresar.

Esa noche, otra vez estaba ahí esperándola, con la mirada hundida en un brillo que despertaba un suspiro en ella. Lo miró atentamente hasta que le sonrió y cayó en cuenta que lo estaba haciendo mucho tiempo.

-Lo siento- dijo evadiéndolo. La tomó de la barbilla y le dio un ligero beso en la mejilla

-No importa- abrió la puerta del auto –Aprovecho esos momentos- dijo cerrando la puerta y luego subiéndose del lado del conductor

-¿Qué dijiste?- preguntó

-¿Yo? Nada- dijo Tom formándose una sonrisa en su rostro

*En el departamento*

-Déjame- dijo Mirge entre risas mientras Tom le hacía cosquillas en su cintura. Él reía -¡Basta!- rogó una vez más -¡Joder! Ya para Tom…- rogó al borde de las lágrimas a causa de la risa

-Haz que me detenga- dijo mordiéndose el labio

-¿Cómo? ¿Golpeándote?-

-Wow… que ruda- dijo algo sorprendido. Ella rió más

-Te pueden ver- dijo luego de volver a caer en cuenta que él era una súper estrella en un lugar muy público

-¿Y?- dijo sin inmutarse y tratando de besarla. Ella lo esquivó

-Tom…- dijo en tono de enojada y mirándolo como si lo estuviera regañando

-Ya me voy…- dijo resignado

-Buenas noches- dijo para luego darle un beso en la mejilla -¿Nos vemos mañana?- preguntó

Se quedó en silencio un momento –Mañana no podré…- dijo hosco –Tengo una reunión de un proyecto con Bill- explicó

-Está bien- respondió ella tranquila y sonriente

-Buenas noches- dijo él. Mirge dio vuelta disponiéndose a entrar –Mirge…- la llamó

-¿Qué quie…?- no terminó la pregunta cuando los labios de él la acallaron, de una forma serena. Le regaló una sonrisa y se marchó… Había logrado lo que deseaba esa noche.




****




-¿Estás segura Gaby?- preguntó la chica alta y distraída

-¡Que sí!- respondió cansada de la misma pregunta de parte de su amiga

-Solo preguntaba…- dijo algo molesta

-Pero es que ya me lo has preguntado muchas veces Violeta- se excusó

-Solo quiero asegurarme de que…-

-Ya se… Ya sé. Si ya se sabe lo de Bill conmigo- dijo adelantándose-Cálmate. Nadie lo sabe y además… ni siquiera hay algo- dijo encogiéndose de hombros

-¿No hay nada? A ver, otro chiste mejor- dijo sarcástica. Gaby la miró fastidiada –Vamos Gaby… Te la pasas hablando con él y me dices que no hay nada…-

-¿Acaso tú nunca has hablado con alguien y que se simplemente tu amigo?- preguntó tratando de acorralar a su amiga

-Sí, lo he hecho-

-¿Entonces?-

-Que yo no lo amaba como tú lo amas a él. Y él no me dijo que me amaba como lo dijo Bill- Gaby quedó mirándola, pensando en lo dicho por ella

-Te lo voy a decir bien claro- tomó aire –No va a poder ser…-

-¿A qué te refieres? ¿Acaso te dijo que no te quiere? Dímelo y lo mato…-

-Déjame terminar-dijo interrumpiendo –No quiero estar con él-

-¡¿Qué?!- los ojos de su amiga se abrieron desesperadamente –No me digas que…- se llevó las manos a la boca –Ya no lo amas…- Gaby solo inclinó ligeramente la cabeza

-Estas en lo cierto…-




****




-¡Mirge!- gritó el chico de cabello desordenado

-¿Qué pasa?- preguntó algo preocupada

-Zack quiere hablarte- dijo Ryan tomándola del brazo jalándola

-¿Y como para qué?- no tenía muchas ganas de hablar con él, se había comportado muy raro esa mañana

-Ya lo sabrás- respondió abriendo la puerta de la oficina

-Por lo menos debiste tocar- le susurró a su amigo, algo avergonzada por haber interrumpido la conversación que se veía muy animada.

-¡Mirge!- dijo muy animado el hombre de ojos claros. Ante la atenta mirada de Romyna –Te llame porque quisiera darte un trabajo extra-

-¿Trabajo extra?- Mirge frunció el seño-Per ahora mismo tengo mucho…-

-Ya hablé con Romyna y ella lo terminará por ti- Mirge dio una fugaz mirada a la chica quien estaba sentada con las piernas cruzadas ojeando unas hojas, ignorándola.

-¿Y de qué trabajo se trata?- preguntó

-Veras… Lían tuvo unas complicaciones y no podrá venir. Los demás fotógrafos ya tienen su puesto y me gustaría que por esta noche ocupes el de ella…- Mirge permanecía pensativa, él continuó –Leí en tu curriculum que tomaste clases de fotografías. Así que no será un problema-

-Sí, las he tomado pero…-

-No te lo pediría si no fuera necesaria la fotografía…-

-Está bien- aceptó -¿A quién debo tomar la fotografía-

-A Tom Kaulitz- Mirge abrió desmesuradamente los ojos

-¿Qué?- preguntó atónica

-¿Lo conoces?- preguntó mirándola de reojo, al igual que Romyna, a quien le llamó la atención la reacción de la venezolana

-Algo… sé de él. No tanto- respondió vaga

-Ryan te dará tu cámara. Deben de salir para el restaurant ahora- ambos se dirigieron hacia la salida –Buena suerte- dijo con una sonrisa en el rostro.

¿Suerte? Lo que Mirge necesitaba era fuerza y tranquilidad para lo que tenía que hacer.

-¿Te puedo preguntar algo?- preguntó mientras subían al auto

-Si…- dijo amable.

-¿Cómo se enteraron que Tom… Bueno, ese tipo estaría ahí?-

-Somos uno de los pocos que lo sabemos. El chico ese va a estar con la que creemos es su novia- dijo emocionado mientras Mirge quedaba helada.

-Su… su novia?-

-¡Sí!. Será noticia porque él nunca sale sin su gemelo…-

-¿Cómo supieron eso?- preguntó nerviosa

-Alguien del restaurant nos dijo que reservó una mesa para dos…-

-¿Y cómo saben si no estará su hermano?- él dio una media sonrisa

–Lo sabemos…- respondió seguro –Se lo ha visto con esa chica últimamente. Pero si lo encontramos de una manera comprometedora causaríamos furor- Mirge permaneció callada. Lo que restaba del camino, con la mente inquieta y el corazón que parecía no caberle en el pecho.

Para no pensar en lo que podría o no ver más adelante, su mente comenzó a divagar…. Pensaba en todo lo que hacían los medios para obtener una miserable foto. Quien sabe con quien clase de gente tratarían

-Mirge baja- la voz de Ryan la despertó.

-De acuerdo- Dijo Mirge algo distraída. AL bajar del auto sintió un intenso dolor en el pie izquierdo

-Oh mierdo- se quejó

-¿Te pasa algo?- preguntó Ryan acercándose al oírla

-Creo que se me dobló el tobillo- dijo apoyándose por el auto

-Escucha… Sé que sonaré insensible pero debemos acercarnos al restaurante

-Lo sé. Adelántate- dijo tomando la cámara mientras su amigo se adelantaba. Empezó a caminar lentamente acercándose al lugar, pudo notar a muchos fotógrafos escondidos.

-Mirge… Por aquí- Escucho un susurro –Tienes que ser la primera en obtener la mejor foto, ¿ok?-

-Ajam…- respondió nerviosa. Todo estaba mal

-Aquí vienen- dijo Ryan preparándose para grabar.

El corazón de Mirge se aceleró, sus manos ya estaban bastantes sudadas como para hacer que la cámara se le resbalara. Seis meses de clases de fotografías, que sólo las había tomado por petición de parte de su madrina, y su primera foto tomada profesionalmente ya estaba hecha cuando hizo aparecer el primer flash de los muchos que lo siguieron… El dolor del tobillo ya ni se sentía a causa de uno más grande. Uo que en ese momento parecía tan sub real, tan insano, tan triste…

-¡Otra foto más Mirge!- gritó Ryan, un grito que solo pareció un susurro en su mente, quien continuaba caminando frente esas dos personas acechadas por las luces. ¿Era sólo ella la que lo veía todo en cámara lenta?

-¿Mirge?- pronunció su nombre. Ella acomodó el lente de la cámara e hizo salir otro flash que lo dejó algo cegado.

Sintió como el dolor punzante del tobillo volvió a aparecer. Un empujón vino de un lado y otro desde el frente derribándola al suelo ¿Quién se daría cuenta? Despues de todo, no sería la primer paparazzo que terminaba en el suelo por metiche.

-¿Estás bien?- escuchó la voz de su amigo

-No tanto- dijo tratando de sonreír forzadamente

-Creo que debemos llevarte a revisar ese tobillo- dijo su amigo ayudándola

-¿Está bien?- preguntó Tom con una clara preocupación

-No es nada. Solo se torció el tobillo- explicó Ryan, mientras Mirge trataba de evitarlo

-¿Te llevo al hospital?- volvió a preguntar

-Gracias. Pero voy a llevarla yo- Ryan volvió a responder, aunque le quedaba claro que Tom parecía buscar la respuesta de Mirge.

-Vámonos- dijo Mirge. Sintió que alguien más trataba de ayudarla –No me toques- susurro para él.

A Tom no le quedó más alternativa, que marcharse.




::::Cedars-Sinai Medical Center::: (*)

-Unos días de reposo y ya mejorara Srta. Rivas- dijo una mujer con un leve acento latino

-Entiendo. Muchas gracias- dijo retirándose, con el pie vendado.




-Ten cuidado- dijo Ryan mientras la ayudaba a entrar al auto.

-Gracias- dijo apenas

-¿Estas así porque te duele el tobillo o por algo más? - Interrogó el chico

-Bueno…- suspiró –A ninguna chica le gustaría caerse frente a un famoso- ambos rieron

-Ni que fuera tan importante- dijo divertido. Mirge lo miró

-Tienes razón… No es nadie importante-

El camino a casa se volvió algo tranquilo gracias a Ryan, quien era muy charlatán y no le daba tiempo a Mirge, de escuchar sus pensamientos

-¿Segura que no quieres que te acompañe hasta arriba?-

-Segura. Subiré por el ascensor, no te preocupes-

-Está bien. Buenas noches y que te mejores- dijo despidiéndose con un beso en la mejilla

-Buenas noches. Y gracias… Saluda a Lían de mi parte-

-Lo haré!- respondió radiante con tan sólo oír ese nombre.

Mirge caminó sigilosamente hacia el ascensor. Ya no se veía a nadie, excepto a los dos guardias afuera y a la recepcionista quien ya estaba a punto de quedarse dormida

-Buenas noches Natasha- se despidió –Y ya vete a dormir-

-Tengo que estar hasta las 11 y 30-

-Faltan como 10 minutos. Si fuera tú ya me iba-

-Eso haré- dijo emocionada tomando todas sus cosas –Buenas noches Mirye-

Mirge río al oírla pronunciar mal su nombre. Entro al ascensor y presionó el botón “Piso 3”. Empezó a tararear alguna canción para no pensar en otra cosa. Las puertas del ascensor se abrieron al llegar a su piso. Sus ojos se abrieron desmesuradamente -¿Pero que caraj…?-

-Deja que te lo explique por favor-

-Lárgate de aquí Tom- dijo molesta caminando hacia la puerta de su apartamento

-Estas molesta, lo sé pero…- Mirge abrió la puerta ignorándolo -¡Mirge!- dijo siguiéndola

-No te he dado permiso para que pases- dijo fastidiada

-Escúchame…-

-Vete- dijo molesta

-Ella no es…-

-¡Que te vayas!-

-¡No lo haré!- dijo cerrando la puerta y asegurándola

-¿Qué te has creído? Te dije que te vayas no quiero oírte-

-Lo vas a hacer- la tomó por la cintura ya la cargó sobre su hombro izquierdo

-Bájame tonto- dijo enfadada. Él la dejó en el sofá y se sentó junto a ella

-Ella no es mi novia-

-Lalalalala- Mirge se tapó los oídos

-¡Mirge!- dijo tomándola de las manos pero ella seguía con un tarareo

-Te haré callar- amenazó Tom, pero ella no se inmutó. Él se acercó bruscamente a ella y la besó, pero sus labios fueron atrapados entre los dientes de ella. Lo que le causó un fuerte dolor

-¡Mierda!- dijo tocándose el labio

-¡Já!- dijo victoriosa

-Estás loca…- dijo mirándola. Ella le mostró la lengua, un gesto infantil, ante eso él sólo sonrió mientras aún tenía sus dedos posados en su labio –Es la modelo con quien voy a hacer una campaña publicitaria. Nada más-

-Y debes de salir a cenar por las noches con ella- dijo sarcástica y evitando mirarle a los ojos

-La chica hizo un berrinche por lo que le iban a pagar y se alejó de la campaña. Me pidieron para que hablara con ella-

-Ya veo… ¿Que acaso le ofreciste algo más?- dijo insinuando algo

-¿Qué? ¿Sexo?- Tom rió burlón –No es mi tipo-

-¿Seguro?. Modelo, alta, flaca, próximamente actriz… ¿no es tu tipo?-

-No… Te olvidaste de los adjetivos caprichosa y egoísta- se levantó -¿Tienes hielo?-

-No seas exagerado- dijo mirándolo y notando su atenta mirada. Lo esquivó de nuevo –En la nevera… ¿Desde cuándo te volviste tan selectivo?-

Se encogió de hombros –Supongo que uno va madurando…- colocó el hielo en una paño y caminó de nuevo al sofá

-¿Y cómo saber si estás diciendo la verdad?-

-¿Crees que si tenía algo con ella iba a estar aquí en vez de estar…?-

-Ok. Ya entendí- él sonrió

-Me mordiste muy fuerte- se quejó

-Ah!... Perdón por eso…-

-¿Ya está mejor ese tobillo?-

-Aún duele pero ya mejorará… Tom…-

-¿Si?-

-Si ella no es nada tuyo ¿Por qué me mentiste?-

-Bueno… Supongo que pensé que no me creerías y te enojarías. Aun así sucedió-

-No me mientas… Si quieres estar con alguien sólo dímelo- dijo con un hilo de voz

-¿Decirtelo?-

-Ajam…-

-Quiero estar con alguien-

-¿Ah sí?- dijo algo desilusionada

-Sí. Contigo- dijo riendo.

-No te burles- dijo algo aliviada y molesta

-Es la verdad…- la tomó de la barbilla y le dio un suave beso en la frente –Por cierto… ¿Qué hacías tomando fotos?-

-Sólo fue por hoy, reemplacé a una compañera-

-¿No te gusta esa profesión?-

-Oh no! Muchas gracias- dijo sonriendo. –Tengo sueño- dijo fregándose los ojos

-Te ayudo para que te acuestes- dijo parándose y volviéndola a cargar como lo había hecho antes

-Sé que soy más pequeña que tú pero tampoco me discrimines- Tom rió –Es en serio-

-Bueno…- recostó a Mirge en la cama. Ambos se quedaron mirándose, los brazos de Tom se posaron a ambos lados de Mirge. Él se inclinó un poco dándole un corto beso en los labios para luego volverla a mirar.

Los labios de Mirge temblaron, pero aun así lo besó, la tentación de volver a rozar esos labios era muy fuerte. Tom se dejó caer un poco más sobre ella, en ese momento ella dejó de besarlo y lo miró con una luz reflejada en sus ojos, respiraba su aire, podía sentir su corazón algo sobresaltado.

Mirge se acomodó mejor, alejándose un poco más -¿Me tienes miedo?- preguntó riendo Tom

-N... No- dijo algo tímida

-Me acostaré aquí- dijo tirándose en la cama

-Ni lo creas- dijo tratando de empujarlo

-¿Por qué no? Es muy cómoda- dijo dando unos golpes al colchón

-Bájate- ordenó Mirge cuando su cabeza terminó sobre el pecho de Tom, ya que este la había jalado

-Ya duérmete- dijo jugando con los rizos de ella

Mirge posó sus manos sobre el abdomen de Tom, para luego abrazarlo e impregnarse de su aroma, no sabía qué era lo que la llenaba de gozo, tal vez era su perfume, tal vez era su tranquila respiración, la que parecí un golpe para que su corazón latiera.

Tom dejó lentamente de jugar con esos rizos negros perfectamente cuidados y los cuales siempre deseo acariciar por alguna rara razón. Pasó su brazo por su hombro y la abrazó… Sólo para sentirla más apegada a él. Quería hacerla sentir segura, darle una paz que nadie más podía darle.

Acarició suavemente su morena piel, la deseaba, era verdad.




La miró mientras dejaba salir un bostezo y volvía a acomodar su cabeza sobre su pecho.Sonrió



Sí, la deseaba, pero la inocencia de ella lo detenía. El motivo por el cual ella podía amarlo sin siquiera haber rozado su piel, sin haberlo sentido jamás…lo hacía querer buscar ese mismo sentimiento.

El recuerdo de esa chica riendo frente a la vidriera (**) hizo que soltara una sonrisa. Recordaba ese momento en el que fue hipnotizado tontamente por la sonrisa de alguien

-Buenas noche chica loca- susurró

-Buenas noches- dijo vagamente- tonto- Él sonrió










(*) Hospital de L.A.

(**) Cap. 5

Aviso

Hola ... no es un capitulo, lo sé... solo vengo a decirles que cancelo la fic ((: chau....







naahhh xD mentira. Pero quiero pedirles mil disculpas por no haber subido capi desde el año pasado u.u les voy a explicar, mi cretividad me abandono y cuando volvio,.. mi internet me dejo D: y he escrito mucho del nuevo capi pero en mi celular y debo escribirlo en word... me va a llevar un buen rato porque... bueno, ya les dije que deje 2 materias y le estoy echando muchas ganas porque quiero pasarlas, obviamente >.<
y si lo logro, Dios lo quiera asi, siempre tardare.. porque el primer año me deje de llevar y ya ven. Para este año quiero concentrarme en mis estudios nada mas.. pero seguire escribiendo...
Espero que comprendan.. y me disculpen, especialmente las que siempre estuvieron al dia con la fic...
entiendo si ya no quieren seguir leyendo la fic...
Gracias de todos modos (:
las quiero! ^^

Cap.20: "Cada una con cada situación”




Hola e.e antes que nada lean esto!!! ¬¬ Ok…xD este capítulo es muuuy bipolar.. Ivi lo siento, yo sé que tal vez nunca actuarias así pero creo que influyo un poco mi estado de ánimos en ese momento u_U. Solo recuerden que es una historia no vida real así que no digan: ¡Ella es asi! -.-‘ okya xD .Me costó escribir esto y eso que no está bueno :c


dejen cargar esto [ http://www.youtube.com/watch?v=1uQG9yc-raQ ] yo les dire CLICK para reproducirlo e.e




Narra Mirge


Podía sentir como la mano de Tom acariciaba mi espalda, a pesar de las 3 remeras que llevaba encima… No quería dejar de rozar sus labios, sentir su lengua jugando con la mía. Pase mi mano por su cuello y lo acaricié. Me mordió ligeramente el labio inferior.

Dejé de besarlo, ambos nos miramos con la respiración algo agitada. No podía pronunciar nada y si decía algo sería alguna incoherencia. Con sus manos apretó mi cintura y me recostó suavemente en el sofá quedando él sobre mí… Acaricié su mejilla, él esbozó esa sonrisa que simplemente me hacía perder todo control sobre mí.

Besó mi frente, luego la punta de mi nariz, al hacer esto ambos reímos, llegó a mis labios volviéndolos a juntar con los suyos. Apoyé mis manos en sus hombros aferrándome a él, nuestras piernas estaban cruzadas y tenerlo tan cerca me estaba causando eso que había tratado de evitar.

Jugueteó con sus dedos por mi cabello y se acomodó mucho mejor sobre mí. Sentí un cosquilleo en la panza cuando pasó su mano por mi abdomen, con mis dedos lo acaricié por detrás de su oreja izquierda. Se detuvo

En unos segundos lo sentí respirar en mi cuello. Esto iba cada vez más lejos… Empezó a besarme, no descontroladamente, sino… con suavidad y delicadeza.

Su mano ya estaba mucho más arriba de mi abdomen, y los roces de sus labios en mi cuello empezaban a subir la temperatura de mi cuerpo. No puedo negar que en ese momento un soplo de lujuria se apoderaba de mi… lo deseaba, esa era la verdad y él me estaba demostrando lo mismo.

Jamás me hubiera imaginado en esa situación

Volvió a besarme en los labios y buscó la cremallera de mi abrigo. Lo tomé de la mano deteniéndolo

-Tom…- dije tratando de respirar con normalidad –No…- dije apartando su mano de mi cintura y la otra de mi cremallera. El me miró al principio con un poco de confusión para luego sonreír. Pude sentir que mis mejillas estaban enrojecidas… Estaba avergonzada.

<<Mierda>>

-Está bien…- dijo él besando mi frente y haciéndose a un lado para quedar al lado mío. Ambos recostados de un lado para así caber en el sofá, hasta ese entonces, no había notado que era bastante amplio.

Me abrazó por la cintura, y lo sentía respirar tras mío. Parecía agitado pero luego su respiración se tornaba tranquila y esa tranquilidad me lo transmitía a mí…

Sentí su mano buscando la mía para así entrelazarlas. Quería llorar… pero de la felicidad

<<Oh! Maldita sea ¿Qué no te puedes calmar?>> Me abrazó aún más fuerte y me besó la mejilla

-Te amo…- dije en un susurro. No escuché nada de parte de él, esbocé una sonrisa… Que para ser sincera… tenía algo de dolor detrás de ella.

Silencio. Esa era la respuesta.

-Por favor entiende que me cuesta- dijo por fin entre risas nerviosas

-No te preocupes- dije vencida por su risita

Movió un poco el mechón de cabello que caía sobre mi rostro y así también secando la lágrima que estaba en la esquina derecha de mi labio

-Ya es tarde…- dijo tratando de sentarse. Lo mismo hice yo

-¿Te vas?- me pregunté en ese momento si eso no sonaría muy necesitada

-No… dijo sin pudor para luego sonreír – Me quedo aquí…- se acostó tirándome junto a él –Contigo-

Como lo amaba, y esto iba más allá de un amor ciego de una fan. Lo quería a pesar de sus imperfecciones que a mí parecer lo hacían perfecto.

Quedé durmiendo con una sonrisa en el rostro, entre sus brazos



…….




Narra Gaby


-¿A dónde vas?- me gritó mi madre cuando me levanté agriadamente de la mesa

-A cerrar el contrato- dije caminando hacia mi habitación

-Me tienes que explicar- dijo siguiéndome

-No tengo nada que explicarte. Ya te dije todo-

-No me gusta eso- gritó desmedidamente. Definitivamente no le agradaba Bill

-A ti no te gusta nada-

-No te vas a enredar con una estrellita-

-Ya cálmate- dije poniéndome mi perfume favorito

-Ni pienses que te voy a dejar viajar para que te encuentres con él…-

-No tienes porqué detenerme- dije recogiéndome el cabello

-Me vas a hacer caso- dijo tirándome del brazo

-Me voy…- me solté bruscamente. –Violeta está afuera esperándome- salí apresurada

-¡Gabriela!- me siguió –Luego hablamos-

Salí de la casa lo antes posible -¿Ya?-

-Sí…-

-No me había equivocado acerca de su reacción-

-Olvídalo- dije tratando de ignorar el tema.

Ya iba a pensar en que hacer…

Lo habíamos logrado, y me había reído en la cara de Violeta. Ambas viajaríamos apenas cumpliéramos 18, las ansias ya me estaban consumiendo ni siquiera me importaba el sermón que mi mamá me daba a cada rato sobre Bill. Ya nada me haría cambiar de opinión

“Te va a dejar… te va a dejar” me había dicho en uno de sus tantos discursos.

Muchos pensaran que estaba ciega de amor, no, la verdad es que no. Aun sabía que todo podría pasar, que él no fuera lo que yo pensaba, que lo que sentía fuera solo una ilusión…

Pero quería intentarlo. Quería saber hasta qué punto llegaría todo esto o si nunca tendría un punto final… para saberlo debía vivirlo. ¿No?

….

Narra Ivi

Después de haber ido con Georg al boulevard, no lo había visto más. Sólo hemos hablado y yo solo echaba la culpa a la universidad que se había vuelto algo pesada.

Me sentía mal, es verdad, porque sentía que mi amor por él sólo había aumentado y eso no era muy bueno ya que cada vez me sentía menos correspondida. Ese último paseo al boulevard me había dejado claro que más que amigos nunca llegaríamos a ser. Dejaba salir un suspiro a cada rato y terminaba por comprender que por lo menos éramos algo, no la fan y el ídolo… Supongo

-Llegas tarde- me reclamó Rafa, un compañero de clase que para mi suerte también era latinoamericano. Tenía el cabello negro y los ojos oscuros. Era muy apuesto, a decir verdad

-Me desperté tarde- dije excusándome -Aun no llego el profesor, ¿cierto?-

Negó con la cabeza –No va a venir- me informo

-Entonces ¿Porqué tanto apuro?- cuestioné

-La profesora Karol dará clase en su hora- La profesora Karol Höndel enseñaba cultura alemana o algo así, como esa asignatura no era muy importante me la pasaba casi siempre dormitando

-Entonces, vamos…- me esquivé un poco para pasar por al lado suyo

-Ive…- me detuvo del brazo

-Ivi- subí el tono de voz –Me gusta más así-

-Lo siento- dijo algo avergonzado -¿Te puedo pedir un favor?- Genial. Total tenía muchas ganas

-¿Qué quieres?- pregunté de mala gana

-Cúbreme con la Karol- me rogó como un niño

-¿Qué vas a hacer?- lo miré sospechando

-Bueno…- se paso la mano por la nuca –Ivi…-

-Ya te entiendo- dije a la par que sonreía –Vete- le hice un gesto con las manos

-Gracias Ive…!!- me abrazó

-¡Ivi!- le recordé

-Sí, adiós- salió corriendo por el pasillo. Sonreí y fui a sentarme en mi lugar

-Guten Tag- Karol había llegado y con sólo su saludo comenzó a aburrirme

….

La vida de una universitaria en Alemania no parecía ser muy divertido, al menos para mí. Estaba sentada cambiando una y otra vez los canales tratando de que algo me llamara la atención, acompañaba esta situación una paleta que había comprado antes de llegar .Estaba aborreciendo esta maldita rutina. Cuando dejé en un canal escuché el nombre de Georg 



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-Es raro que este chico tan calmado esté en las noticias ¿Eh?- dijo algo burlón un hombre

-Pero sí lo está- corroboró la chica quien estaba a su lado –Al parecer el bajista de la banda Tokio Hotel ha regresado con su antigua novia-

-Así mismo- dijo el hombre mostrando una foto de él tomado de la mano con una mujer en el boulevard –Ayer lo sorprendimos dando un paseo como siempre solía hacerlo-

-Siempre ha admitido que esta chica era la única mujer para el-

-Tienes razón… en este tiempo de soledad no pudo encontrar a otra-

-Cambiando de te…- apagué el televisor. Me acomodé en el sofá y miré mi paleta que se derretía y empezaba a mojar el piso. La alfombra se humedecía cada vez más pero ya no era solo a causa de la paleta derretida sino también de las lágrimas que caían una tras otra.

Me sentí poca cosa, o más bien ilusa por creer que mi papel en esta historia de emoción sería como la de Gaby o la de Claudia. Estúpido sueño, maldita esperanza que me trajo aquí… Por mi mente empezaron a pasar los momentos en los que estuve con él

////

-Es que es tan hermoso, tranquilo y...no sé- dije algo atontada

-Tienes que verlo por la noche… Es aún más hermoso-

-No lo dudo…-

-Solía pasear mucho por aquí antes- su mirada se volvió algo distante

-¿Antes?-

-Sí…bueno…- dudó un poco –Antes de todas las giras- respondió relajado

///

-Ahora entiendo…- dije balbuceando y riéndome hipócritamente. Me recosté por el sofá y deje caer la paleta

///

-Bueno, ya es suficiente de mí… quiero saber de ti- dije entusiasmada. El sonrió de lado y me miró con esos ojos verdes grisaqueos. Su mirada era tan serena, hermosa…

-Pero eres fan… Seguro ya sabrás la mitad de mi vida-

-La mitad- volví a repetir lo que dijo para hacerle notar mi curiosidad

///

-Seguro pensaste “Que idiota”- mis manos temblaban, los nervios me pesaban tanto pero aún mas me pesaba el agitado latido de mi corazón que por primera vez se sentía abrumado y ¿rechazado?, Lancé una risa entre lágrimas. No cabe duda que estaba sumida en la mayor de mis tristezas

Deseaba terminar este dolor que me abrumaba, quería olvidar todo. Encerrar los pocos recuerdos que guardaba de él para no retenerlos nunca más en mi mente…

-Entiendo…- dije después de calmarme un poco –Tu rechazo…- Sonreí pero ya no hipócritamente, aquí terminaba todo… el delirio acababa. Yo no era la indicada y no sé por cuánto tiempo había cargado con la idea de que sí lo era. Me levanté y arrojé la paleta para otro lado, fui al baño y empecé a lavarme las manos y el rostro… me miré al espejo ¡Como odié ese reflejo! Las pupilas abultadas, el rostro pálido y los labios temblorosos. ¿Por qué lloraba? Debería estar feliz…

“Ayer lo sorprendimos dando un paseo como siempre solía hacerlo” retumbaron las palabras del hombre en mi cabeza

“No sabes, Mirge, lo que yo daría por él. Soy capaz de regalarle mi vida entera para verlo feliz” alguna vez había dicho esa frase

“en este tiempo de soledad no pudo encontrar a otra” me tomé la cabeza con las manos. Yo nunca había actuado así, jamás hubiera hecho eso así como jamás pensé amarlo así.

Estrellé mi mano por el espejo. El dolor que recorrió mi brazo izquierdo no se comparaba con lo que mi alma sentía, mis dedos quedaron inmovilizados mientras el espejo quedó tiritando…. Mi llanto me ahogaba pero no podía dejarlo salir. La sangre empezó a caer en el lavadero mezclándose así con el agua… miré atentamente mi mano, me sentí decepcionada de mí misma

Maldita sea la hora en que me convertí en esto…

Cap.19: Esta noche y todas las demas...








Mirge estaba llegando tarde a su trabajo, sabía que eso iba a causarle problemas

-¿Despertándose tarde?- dijo sarcásticamente Romyna al ver entrar a Mirge a la sala, ante la atenta mirada de los demás.

-Lo siento… por la tardanza- Mirge hablaba con dificultad, había llegado corriendo –Tuve unos problemas…- se justificó

-Problemas que me importan muy poco…- dijo a Mirge caminando hacia ella –Niña… niña…- su voz sonaba molesta y burlona –Mira que estas a prueba… Una falla mas…- alzó su dedo índice –Una más… y te quedas fuera- terminando de decir esto, miró sobre su hombro, al escuchar a alguien acercarse

-Bueno días- saludó Zack, con una mirada sospechosa -¿Todo bien?-

-Buenos…- el saludo de Mirge fue interrumpido bruscamente

-Tu amiga aquí…- hizo un gesto con la cabeza señalando a Mirge –Se da el gusto de llegar tarde en su segundo día-

-Dije que lo sentía…- ella se sentía algo impotente –Tuve problemas- miró a Zack algo nerviosa –Prometo no volverlo a hacer…-

-No vengas con ridiculeces…- Romyna fue acallada

-¡Romyna! Trata de ser algo comprensible…- dirigió su mirada a Mirge –Ven, hablemos en mi oficina y explícame que paso…-

-Debe trabajar- dijo Romyna cruzándose de brazos.

Zack la miró con el rostro serio –Acuérdate que tampoco eres la jefa de la empresa…- dicho esto, se retiró con Mirge a su oficina.

Romyna quedó parada en medio de la sala ante las miradas y risitas de sus compañeros de trabajo. Volteó algo nerviosa -¡Dejen de mirar! ¡Mejor trabajen!- gritó volviendo a su escritorio.

…..

-Siéntate…- dijo Zack poniéndose detrás de su escritorio –Ahora cuéntame ¿Qué pasó?-

-Ayer, luego de retirarme de aquí… No lo sé, creó que se me bajó la presión o algo y me mareé…- Mirge guardó silencio al recordar lo que había pasado luego.

-¿y? ¿Alguien te ayudó?-

-¿Uh? … Sí... Un amigo estaba cerca, me vio y me ayudó… Por suerte- dijo sonriendo de lado. –Hoy desperté un poco tarde por eso… Creo que estaba muy cansada… no lo sé-

-Entiendo… Trabajaste mucho tiempo ayer y ese lugar no debe ser muy cómodo- dijo refiriéndose a la parte en dónde se revisaban las imágenes –Si vas a trabajar aquí, debes dormir bien- le regaló una sonrisa sincera y cálida.

-Lamento de nuevo… la tardanza- se levantó –Ahora iré a trabajar-

-Espera…- dijo Zack tomándola del brazo pero soltándola rápidamente -¿Me acompañarías a cenar a un restaurant hoy?-

-¿Qué?- Mirge se encontró entre la extrañez y la confusión

-Como amigos, por supuesto- aclaró -¿Aceptas?- el joven se mostraba algo nervioso

-Será en otro momento- dijo Mirge tratando de lucir su sonrisa más sincera –Hoy quiero quedarme en casa…-

-¡Oh! Comprendo…-

-Discúlpame…-

-No te disculpes… Pero me la debes- dijo bromista

-Voy a recordar eso…- abrió la puerta –Gracias- ese agradecimiento iba por la verdadera compresión que mostró él, Mirge se planteaba la pregunta de que tal vez él podría ser el único amigo en ese trabajo.

Llegó a su escritorio con la mirada de Romyna clavada en ella, no le dio importancia. Ahorrarse problemas, era una buena idea.

Sintió unos pasos tras de ella y enseguida unas imágenes estaban tiradas frente a ella –Empieza a ingeniar una portada- dijo rudamente Romyna –Tienes las informaciones en ese papel, así tienes una idea de cómo hacerla- Romyna se retiró

Mirge respiró hondo, tratando así de calmar su nerviosismo. Comenzó a mirar las fotos y leer las informaciones, algunas le causaban risa y con otras se aburría.

/Flash Back/

-Además…- continuo Tom –No estás sola…- besó la frente de Mirge

Tom movió los labios formándose una sonrisa en rostro. Sus mejillas eran tan notorias, esa sonrisa era como la de un niño que es complacido con un regalo… Mirge volvió a bajar la mirada –Quédate…- dijo para luego arrepentirse. Tom podría tomarlo de otra manera –Pero no es…- fue interrumpida por la sonrisa de Tom

-Lo sé…Me quedo contigo-

/Fin Flash Back/

<<Olvida eso>> se dijo así misma mientras sacudía un poco la cabeza.

Se concentró en trabajar, cuando debía salir almorzar, Romyna la detuvo

-Mejor pide algo para almorzar- Mirge frunció el seño –La revista debe estar terminada hoy mismo-

-La voy a terminar igual…-

-Pero luego se te dará otro trabajo- Romyna sonrió –Debería alegrarte…-

Mirge sonrió sarcásticamente, se esquivó un poco para volver a su escritorio, chocando levemente a Romyna.

-No seas infantil- dijo Romyna retirándose

-¡Pinche vieja!- dijo en español llamando la atención de una chica y un joven quienes estaban hablando cerca de ella

-¿Nerviosa?- preguntó la chica, de estatura mediana y cabello rojizo

-Algo así…-

-Paciencia- aconsejó el muchacho de cabello desordenado y de contextura delgada –Suele ser peor-

-¿Siempre es así? Creí que sólo se comportaba así conmigo-

El joven bufó –Siempre…-

-Está amargada porque Zack ni siquiera la mira- la chica río junto al joven. Pero Mirgenis permanecía con el semblante serio

-¿Qué te sucede?- preguntó el chico

-Nada… ¿Cómo te llamas?- preguntó

-Ryan…-

-¿Y tú?- preguntó a la chica

-Lían…- se presentó

-Bueno, Ryan y Lían…. ¿me podrían dar el número de algún restaurant? Me muero de hambre-

Los dos rieron –Claro, aquí tienes- dijo Ryan escribiendo en un papel

Mientras almorzaban también debían trabajar pero no por eso dejaban de hablar

-¿De qué se encargan ustedes?- preguntó Mirge

-Yo tomo fotografías, que ahora estoy revelando- respondió Lían

-Yo me encargo de los videos. Trabajamos Juntos- respondió riendo Ryan

-Ya entiendo la indirecta- rieron

<< ¿Serán ellos los que andan detrás de los chicos?>>

-Ya está terminando la hora de almorzar. Romyna llegará en cualquier momento- dijo Ryan con muy pocos ánimos

-Adivinaste…- susurró Mirge. En efecto, la chica de ojos profundamente negros entraba por la puerta

-¿Ya terminaste?- preguntó a Mirge

-Ya casi…-

-Apúrate. Necesitamos esa muestra terminada-

-Lo sé... Lo sé-



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-Mañana tenemos una entrevista- informó Bill a Tom –Es sobre la gira que tenemos aquí…- Sólo recibía el silencio –Menos mal que Georg y Gustav ya están aquí…

…. Se produjo un silencio -¡A ti te estoy hablando!- gritó Bill para captar la atención la Tom

-Mierda Bill, gritas mucho- dijo sorbiendo del envase de coca

-No me estabas escuchando- le recriminó su gemelo

-Claro que sí-

-¿Qué te dije?-

-Mmm… algo sobre una entrevista- dijo sin importancia

-Ajám… ¿y luego?-

-Te basta con saber que sí asistiré-

-La entrevista es ahora, fuera de casa- los ojos de Tom se abrieron tanto por la sorpresa

-¿Qué? Debiste habérmelo dicho…- dejó su envase a un costado

-Ves… no estabas escuchándome. La entrevista es mañana menudo idiota- Bill rió

-Que infantil eres…- dijo Tom algo enojado pero riendo

-Hablando enserio… ¿Te sucede algo?-

-Nada, sólo que me parece tan aburrido aquí-

-¿Piensas salir? Está nevando- dijo Bill mientras observaba por la ventana de la sala

-Da igual…- Tom tomó las llaves del auto y caminó hacia la salida -¿No te importa quedarte solo?-

-Ya ibas de salida igual- rieron –Vete tranquilo, yo voy a llamar a Gaby…-

-¿Otra vez? Bill… ya la tendrás cansada-

-¡No hable con ella ayer!- se defendió –Además… conozco cada vez más de ella- Bill sonrió

-Como digas- Tom sonrió, abrió la puerta –No creo que llegue esta noche- cerró la puerta

Bill suspiró –Con tal de que no te encuentren los fotógrafos y luego la hagas sufrir más- dijo para sí, pensando en Mirge… Bill sonrió –Ya sé a dónde vas tú…- dejó de pensar en voz alta, se estaba asustando él mismo.

Tom tenía los ojos concentrados en el camino, que era algo dificultoso a consecuencia de la nieve, miró su reloj de mano y sonrió –Ya debes de estar por ahí…-

No quería pensar mucho en lo que estaba haciendo, a dónde iba… No se hacía preguntas a las cuales no respondería. Estacionó el auto y miraba por la ventana del copiloto cada un minuto, o tal vez cada 30 segundos.

La reconoció apenas la puerta se abrió, tratando de cubrir su rostro de los copitos de nieve, caminando apresuradamente. A Tom se le dibujó una media sonrisa, abrió la puerta del auto y bajó de él, no sin antes cubrirse lo más que podía.

……….

-¿Te irás sola?- preguntó Ryan

-Sí, no se preocupen- dijo a ambos, pudo notar un auto muy conocido estacionado

-Cuídate Mirge- dijo la pelirroja –Nos vemos mañana- abrazó a Ryan por la cintura y ambos fueron caminando para esperar el tren.

-Hasta mañana…- se despidió caminando hacia el joven parado cerca del auto. De repente se detuvo y trató de caminar para otro lado. Él caminó hacia ella y la siguió.

-¿Qué haces aquí?- preguntó Mirge dándose vuelta para mirarlo. Se habían alejado un poco de ese lugar

-Vine a ver cómo estabas- respondió. La expresión de Mirge se suavizó ante esas palabras

-Estoy bien, gracias… Pero no debiste venir- dijo mirando hacia todos lados

-¿Por qué?- tomó del mentón a Mirge para que lo mirara

-Porque…Por…- esquivó el agarre. La ponía nerviosa mirar esos labios y tenerlos tan cerca –Por si no te diste cuenta esta empresa vive de los famosos y no quiero que te vean aquí-

-Ah! Sí… Bill me contó que trabajas en una revista o algo así- dijo Tom de lo más relajado –Pero no me van a reconocer. Tranquila-

-Tampoco quiero que te vean conmigo… Debo evitar no hablar absolutamente nada de ustedes- Los copos de nieve eran cada vez más fuerte

-Me parece bien que nos cuides- Tom sonrió –Vamos…- dijo jalándola del brazo

-¿A dónde?- preguntó confundida

-A un hotel…-

-¿Qué?- Mirge se soltó bruscamente de él- Tom rió

-Es broma- continuó riendo

-Tonto- dijo Mirge cruzándose de brazos

-No te enojes… Te llevo a tu departamento- dijo tratando de juntar su mirada con la de ella

-No es necesario. Voy sola- dijo dando media vuelta

-Deja que te lleve…- pidió Tom estirándola hacia él.

-No es necesario…-

-Sí que lo es… ¿Y si te vuelves a sentir mal?- Una fuerte ventisca trajo mal frío y copos de nieve

-¡Hace frío!- dijo Mirgenis apoyándose a él

-Si te vas conmigo, llegarás más rápido- Tom sonrió

-Está bien… Pero sólo porque tengo mucho frío- los labios de Mirge ya comenzaban a tiritar

-¿Cómo te fue en tu trabajo?- preguntó Tom poniendo en marcha el auto

-Bien… aunque creo que no le caigo muy bien a la encargada de mi ámbito-

-¿Ah sí? ¿Por qué?-

-No lo sé… Pero me carga con todo el trabajo y no le gusta lo que hago-

-Seguro sólo te está exigiendo porque eres nueva…- opinó Tom

-No creo que sea tan solo eso…- susurró Mirge

-¿Y qué otra cosa podría ser?-

-No lo sé… ¿Cómo anda Bill?- preguntó evitando hablar más del tema

-Está bien… Ahora debe estar hablando con Gaby-

-Otra vez…- dijeron en coro para luego largarse a reír

-¿Será que aún tienen temas de que hablar?- preguntó Mirge mientras bajaba del auto

-Seguro Bill se la pasa preguntándole sobre su vida…-

-Bueno, deben conocerse… él más a ella-

-Eso está claro… A veces tengo miedo de lo que pueda pasar si Bill la presentase-

-¿Por qué?- preguntó algo extrañada

-Yo sé que muchos fans estarán felices por él pero… ya he conocido a más de una chica que está obsesionada con él…-

-¿Crees que puedan lastimarlo? ¿A él y a Gaby?- Mirge lo miró preocupada, mientras Tom quedó observándola atentamente

-¡No! No me hagas caso…- trató de tranquilizarla –Se nota que los quieres mucho- opinó Tom, había notado como de una expresión relajada, Mirge pasó a lucir muy preocupada.

-Por supuesto…- Mirge se recostó por la pared -Gaby es mi amiga… y Bill- sonrió –También lo es…-

Tom asintió –Gracias por acompañarme…- dijo Mirge disponiéndose a abrir la puerta.

-Mir… Mirge- ella rió -¿De qué ríes?- preguntó

-De la forma en que pronuncias mi nombre- trató de calmarse -¿Querías decirme algo?-

-Es que tu nombre es algo complicado- se defendió –Bueno… ¿Te parece si cenamos juntos?- Tom lanzó una sonrisa que mezclaba la picardía y el nerviosismo

Los ojos de Mirge se abrieron enormemente, y el control sobre sus nervios que hasta ese momento estaba estable se descarriló. -¿Qué?- preguntó algo confundida -¿Qué pretendes?- se puso a la defensiva

-Sólo cenar- dijo como si fuera lo más obvio –Y pasar tiempo contigo…- se acercó a ella pero lo esquivó

-No quiero salir… - respondió vagamente –Tengo frío- se excusó

-Eso no es problema… Pedimos pizza y ya- él sonrió con esa sonrisa de niño que ya se le hacía costumbre

Mirge quedó pensando y mirándolo de reojo, se debatía ante 2 simples monosílabos: Sí o No… Sus pensamientos parecían pelearse entre ellos. Sabía que quien estaba frente a ella era la persona a quien más amaba pero también era la superestrella quien no tenía la mejor reputación.

Quería seguir hablando con él, quería seguir conociéndolo más, comenzó a hablar con ella misma… ¿Qué tenía de malo estar con él? Él no estaba interesado en ella y seguro sólo quería pasarla bien hablando con alguien ya que estaba algo aburrido…

Además ella tenía algo de hambre…

-Está bien- respondió luego de meditar –Pero tú pagas todo…-

Tom sonrió de oreja a oreja -¿Me vas a dejar entrar? O comeremos aquí?-

-Ah! Pasa…- dijo Mirge abriendo la puerta y entrando seguida de Tom

-Oh!- se sorprendió –Que ordenada- opinó riendo

-¡Bah! Es sólo porque no estuve en todo el día- dijo Mirge dejando su bolso tirado en un sofá –Siéntate…- dijo señalando el sofá –Yo iré a cambiarme esta ropa- dijo despectivamente. No le agradaba mucho cómo estaba vestida

-Pero estas muy bonita…- Mirge evitó mirarlo cuando dijo eso, sólo emitió un tímido “Gracias”

-¡Llama y pide la pizza!- le recordó Mirge gritando desde la otra habitación

-¿Cómo la prefieres?-

-¡Vegetariana! Ó Mozzarella!!-

-¿Qué dijiste?- Tom no había escuchado

-¡Elije tú!- unos pasos se acercaban a la habitación de Mirge -¡Ni se te ocurra entrar!- se alteró al ver la manecilla girándose

-¡No iba a hacerlo!- Tom sonrió -¿De cuál prefieres?

-Sólo elije tú…- Mirge abrió la puerta encontrándose con los ojos de Tom fijos en ella -¿Por qué me miras así?-

-¿Qué?- dijo confundido y separándose- ¿Así cómo?-

-No lo sé…- caminó al lado de él para pasar hacia la sala –Llama ya… tengo mucha hambre- ambos rieron

-No te desesperes- Tom marcó el numero del delivery y caminó tras de Mirge quien se sentó en el sofá para dos

-¿Quieres ver alguna película?- preguntó Mirge a la par que él se sentaba en el mismo sofá pero algo distante

-Veamos que hay en la televisión- tomó el control remoto y empezó a cambiar de canales hasta que se quedó en una película

-¿Qué película es?- preguntó Mirge

-No lo sé…- dejó el control remoto –Ya nos daremos cuenta- alzó una pierna en el sofá -¿Te molesta?-

Mirge negó con la cabeza –No serás el único que se ponga cómodo- dijo Mirge imitando su acción

-Me agradas…- dijo Tom mirándola fijamente

-Es normal…- soltó una carcajada al igual que él –Pensé que no te caía muy bien…- fingió concentrarse en la película.

-¿Por qué?- preguntó extrañado -¿Por lo que paso en el hotel, esa noche?- preguntó sonriendo. Ella sólo se encogió de hombros –Por eso precisamente me caíste muy bien…-

Ella lo miró –No entiendo…- tocaron a la puerta

-Debe ser la pizza…-

-Las pizzas ahora tocan puertas…- susurró Mirge sonriendo

-Ve tú…- dijo Tom recostándose más por el sofá

-¿Yo? Ve tú…, eres tú el que pasa ¿no?-

-De eso ya no te preocupes, ya está pagado a mi cuenta- sonrió relajado –Si voy yo.. tendremos problemas..-

Mirge suspiró vencida.

Al cerrar la puerta, Mirge fue a la cocina y colocó las pizzas en un mejor recipiente

-No comas a escondidas, ¿eh?- dijo Tom molestándola

Caminó de nuevo hacia el sofá –A comer se ha dicho- dijo poniendo el recipiente por sobre sus rodillas

-Lo pondrías en la mesa si no estuviera repleta de cuadernos- dijo Tom acercándose más

-Son de la universidad y olvidé arreglarlos…- se justificó –Quítate tus zapatos- dijo a Tom

-¿Por qué?- se quejó Tom.

-Porque son enormes y vas a lastimar mis pequeños pies- dijo, él sonrió, se apresuro en quitárselos. SE acercó más a ella, rozando sus piernas.



-Fuiste algo tacaño con la pizza ¿eh?- dijo Mirge acabándose el bocado de la última pizza

-Pide más si quieres…- sugirió Tom limpiándose las manos

-Es broma- aclaró bajando el recipiente en el suelo y sacudiéndose las manos. Sintió un cosquilleo en sus pies -¿Qué haces?-

Tom empezaba a tocarlos con sus propios pies, sólo sonreía

-Te comportas como un niño…- dijo entre risas Mirge

-Tienes una hermosa sonrisa…- susurró Tom

-No digas eso…- dijo cohibiéndose

-Es la verdad…- dijo acercándose más, casi subiéndose sobre ella

-Tom, no me hagas esto…- dijo empujándolo levemente

-Tú habías dicho que me amabas… ¿no?-

-No saques eso a tu defensa- dijo algo molesta –No te amaba… te amo tonto- dijo tratando de levantarse pero Tom la detuvo del brazo y la apresó entre sus brazos

-Aquella noche- dijo recordando –En la que me habías rechazado…- sonrió

-Tom...Por favor…- su respiración tan cerca la estaba matando

-Eso no es lo que más recuerdo…- vaciló-Lo que recuerdo constantemente… es que aquella noche…- acarició la mejilla de Mirge –Por fin sentí un verdadero “Te amo”- acomodó el cabello de Mirge por detrás de sus orejas.

-No juegues conmigo…- parecía rogar ella, casi al borde de lágrimas, lo esquivó de nuevo

El sonrió –Esto es raro… encontrar “el verdadero amor” en una fan…- se hizo a un lado

Mirge lo miró fijamente, su corazón se aceleró tanto que creyó que moriría en ese instante. Ni siquiera podía sollozar. ¿Habrá sido una broma de él? Ni siquiera le importó. Se acercó y lo besó en la mejilla izquierda -No importa cuál sea nuestro camino, cuales sean las razones por la cual te amo, no importa tu pasado, tus fallas, mis temores… Eres dueño de mi ser y eso será así hasta el día que yo muera- recordó en voz alta la repuesta que había descubierto esa última noche en Alemania.

Tom la tomó de su barbilla y la besó en los labios, abrazándola y tratando de sentirla lo más cerca posible. Como si la de la respiración de ella dependiera su vida… No podía entender esa presión que sentía en su pecho al escuchar el alocado latido del corazón de ella.

Quería tenerla por esa noche, por la siguiente y por todas las noches de su vida….