"Se acercó y me susurró... : Aqui está tu Superstar, pidiendote que no lo dejes solo...Porque él ..te ama..."

Cap.20: "Cada una con cada situación”




Hola e.e antes que nada lean esto!!! ¬¬ Ok…xD este capítulo es muuuy bipolar.. Ivi lo siento, yo sé que tal vez nunca actuarias así pero creo que influyo un poco mi estado de ánimos en ese momento u_U. Solo recuerden que es una historia no vida real así que no digan: ¡Ella es asi! -.-‘ okya xD .Me costó escribir esto y eso que no está bueno :c


dejen cargar esto [ http://www.youtube.com/watch?v=1uQG9yc-raQ ] yo les dire CLICK para reproducirlo e.e




Narra Mirge


Podía sentir como la mano de Tom acariciaba mi espalda, a pesar de las 3 remeras que llevaba encima… No quería dejar de rozar sus labios, sentir su lengua jugando con la mía. Pase mi mano por su cuello y lo acaricié. Me mordió ligeramente el labio inferior.

Dejé de besarlo, ambos nos miramos con la respiración algo agitada. No podía pronunciar nada y si decía algo sería alguna incoherencia. Con sus manos apretó mi cintura y me recostó suavemente en el sofá quedando él sobre mí… Acaricié su mejilla, él esbozó esa sonrisa que simplemente me hacía perder todo control sobre mí.

Besó mi frente, luego la punta de mi nariz, al hacer esto ambos reímos, llegó a mis labios volviéndolos a juntar con los suyos. Apoyé mis manos en sus hombros aferrándome a él, nuestras piernas estaban cruzadas y tenerlo tan cerca me estaba causando eso que había tratado de evitar.

Jugueteó con sus dedos por mi cabello y se acomodó mucho mejor sobre mí. Sentí un cosquilleo en la panza cuando pasó su mano por mi abdomen, con mis dedos lo acaricié por detrás de su oreja izquierda. Se detuvo

En unos segundos lo sentí respirar en mi cuello. Esto iba cada vez más lejos… Empezó a besarme, no descontroladamente, sino… con suavidad y delicadeza.

Su mano ya estaba mucho más arriba de mi abdomen, y los roces de sus labios en mi cuello empezaban a subir la temperatura de mi cuerpo. No puedo negar que en ese momento un soplo de lujuria se apoderaba de mi… lo deseaba, esa era la verdad y él me estaba demostrando lo mismo.

Jamás me hubiera imaginado en esa situación

Volvió a besarme en los labios y buscó la cremallera de mi abrigo. Lo tomé de la mano deteniéndolo

-Tom…- dije tratando de respirar con normalidad –No…- dije apartando su mano de mi cintura y la otra de mi cremallera. El me miró al principio con un poco de confusión para luego sonreír. Pude sentir que mis mejillas estaban enrojecidas… Estaba avergonzada.

<<Mierda>>

-Está bien…- dijo él besando mi frente y haciéndose a un lado para quedar al lado mío. Ambos recostados de un lado para así caber en el sofá, hasta ese entonces, no había notado que era bastante amplio.

Me abrazó por la cintura, y lo sentía respirar tras mío. Parecía agitado pero luego su respiración se tornaba tranquila y esa tranquilidad me lo transmitía a mí…

Sentí su mano buscando la mía para así entrelazarlas. Quería llorar… pero de la felicidad

<<Oh! Maldita sea ¿Qué no te puedes calmar?>> Me abrazó aún más fuerte y me besó la mejilla

-Te amo…- dije en un susurro. No escuché nada de parte de él, esbocé una sonrisa… Que para ser sincera… tenía algo de dolor detrás de ella.

Silencio. Esa era la respuesta.

-Por favor entiende que me cuesta- dijo por fin entre risas nerviosas

-No te preocupes- dije vencida por su risita

Movió un poco el mechón de cabello que caía sobre mi rostro y así también secando la lágrima que estaba en la esquina derecha de mi labio

-Ya es tarde…- dijo tratando de sentarse. Lo mismo hice yo

-¿Te vas?- me pregunté en ese momento si eso no sonaría muy necesitada

-No… dijo sin pudor para luego sonreír – Me quedo aquí…- se acostó tirándome junto a él –Contigo-

Como lo amaba, y esto iba más allá de un amor ciego de una fan. Lo quería a pesar de sus imperfecciones que a mí parecer lo hacían perfecto.

Quedé durmiendo con una sonrisa en el rostro, entre sus brazos



…….




Narra Gaby


-¿A dónde vas?- me gritó mi madre cuando me levanté agriadamente de la mesa

-A cerrar el contrato- dije caminando hacia mi habitación

-Me tienes que explicar- dijo siguiéndome

-No tengo nada que explicarte. Ya te dije todo-

-No me gusta eso- gritó desmedidamente. Definitivamente no le agradaba Bill

-A ti no te gusta nada-

-No te vas a enredar con una estrellita-

-Ya cálmate- dije poniéndome mi perfume favorito

-Ni pienses que te voy a dejar viajar para que te encuentres con él…-

-No tienes porqué detenerme- dije recogiéndome el cabello

-Me vas a hacer caso- dijo tirándome del brazo

-Me voy…- me solté bruscamente. –Violeta está afuera esperándome- salí apresurada

-¡Gabriela!- me siguió –Luego hablamos-

Salí de la casa lo antes posible -¿Ya?-

-Sí…-

-No me había equivocado acerca de su reacción-

-Olvídalo- dije tratando de ignorar el tema.

Ya iba a pensar en que hacer…

Lo habíamos logrado, y me había reído en la cara de Violeta. Ambas viajaríamos apenas cumpliéramos 18, las ansias ya me estaban consumiendo ni siquiera me importaba el sermón que mi mamá me daba a cada rato sobre Bill. Ya nada me haría cambiar de opinión

“Te va a dejar… te va a dejar” me había dicho en uno de sus tantos discursos.

Muchos pensaran que estaba ciega de amor, no, la verdad es que no. Aun sabía que todo podría pasar, que él no fuera lo que yo pensaba, que lo que sentía fuera solo una ilusión…

Pero quería intentarlo. Quería saber hasta qué punto llegaría todo esto o si nunca tendría un punto final… para saberlo debía vivirlo. ¿No?

….

Narra Ivi

Después de haber ido con Georg al boulevard, no lo había visto más. Sólo hemos hablado y yo solo echaba la culpa a la universidad que se había vuelto algo pesada.

Me sentía mal, es verdad, porque sentía que mi amor por él sólo había aumentado y eso no era muy bueno ya que cada vez me sentía menos correspondida. Ese último paseo al boulevard me había dejado claro que más que amigos nunca llegaríamos a ser. Dejaba salir un suspiro a cada rato y terminaba por comprender que por lo menos éramos algo, no la fan y el ídolo… Supongo

-Llegas tarde- me reclamó Rafa, un compañero de clase que para mi suerte también era latinoamericano. Tenía el cabello negro y los ojos oscuros. Era muy apuesto, a decir verdad

-Me desperté tarde- dije excusándome -Aun no llego el profesor, ¿cierto?-

Negó con la cabeza –No va a venir- me informo

-Entonces ¿Porqué tanto apuro?- cuestioné

-La profesora Karol dará clase en su hora- La profesora Karol Höndel enseñaba cultura alemana o algo así, como esa asignatura no era muy importante me la pasaba casi siempre dormitando

-Entonces, vamos…- me esquivé un poco para pasar por al lado suyo

-Ive…- me detuvo del brazo

-Ivi- subí el tono de voz –Me gusta más así-

-Lo siento- dijo algo avergonzado -¿Te puedo pedir un favor?- Genial. Total tenía muchas ganas

-¿Qué quieres?- pregunté de mala gana

-Cúbreme con la Karol- me rogó como un niño

-¿Qué vas a hacer?- lo miré sospechando

-Bueno…- se paso la mano por la nuca –Ivi…-

-Ya te entiendo- dije a la par que sonreía –Vete- le hice un gesto con las manos

-Gracias Ive…!!- me abrazó

-¡Ivi!- le recordé

-Sí, adiós- salió corriendo por el pasillo. Sonreí y fui a sentarme en mi lugar

-Guten Tag- Karol había llegado y con sólo su saludo comenzó a aburrirme

….

La vida de una universitaria en Alemania no parecía ser muy divertido, al menos para mí. Estaba sentada cambiando una y otra vez los canales tratando de que algo me llamara la atención, acompañaba esta situación una paleta que había comprado antes de llegar .Estaba aborreciendo esta maldita rutina. Cuando dejé en un canal escuché el nombre de Georg 



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-Es raro que este chico tan calmado esté en las noticias ¿Eh?- dijo algo burlón un hombre

-Pero sí lo está- corroboró la chica quien estaba a su lado –Al parecer el bajista de la banda Tokio Hotel ha regresado con su antigua novia-

-Así mismo- dijo el hombre mostrando una foto de él tomado de la mano con una mujer en el boulevard –Ayer lo sorprendimos dando un paseo como siempre solía hacerlo-

-Siempre ha admitido que esta chica era la única mujer para el-

-Tienes razón… en este tiempo de soledad no pudo encontrar a otra-

-Cambiando de te…- apagué el televisor. Me acomodé en el sofá y miré mi paleta que se derretía y empezaba a mojar el piso. La alfombra se humedecía cada vez más pero ya no era solo a causa de la paleta derretida sino también de las lágrimas que caían una tras otra.

Me sentí poca cosa, o más bien ilusa por creer que mi papel en esta historia de emoción sería como la de Gaby o la de Claudia. Estúpido sueño, maldita esperanza que me trajo aquí… Por mi mente empezaron a pasar los momentos en los que estuve con él

////

-Es que es tan hermoso, tranquilo y...no sé- dije algo atontada

-Tienes que verlo por la noche… Es aún más hermoso-

-No lo dudo…-

-Solía pasear mucho por aquí antes- su mirada se volvió algo distante

-¿Antes?-

-Sí…bueno…- dudó un poco –Antes de todas las giras- respondió relajado

///

-Ahora entiendo…- dije balbuceando y riéndome hipócritamente. Me recosté por el sofá y deje caer la paleta

///

-Bueno, ya es suficiente de mí… quiero saber de ti- dije entusiasmada. El sonrió de lado y me miró con esos ojos verdes grisaqueos. Su mirada era tan serena, hermosa…

-Pero eres fan… Seguro ya sabrás la mitad de mi vida-

-La mitad- volví a repetir lo que dijo para hacerle notar mi curiosidad

///

-Seguro pensaste “Que idiota”- mis manos temblaban, los nervios me pesaban tanto pero aún mas me pesaba el agitado latido de mi corazón que por primera vez se sentía abrumado y ¿rechazado?, Lancé una risa entre lágrimas. No cabe duda que estaba sumida en la mayor de mis tristezas

Deseaba terminar este dolor que me abrumaba, quería olvidar todo. Encerrar los pocos recuerdos que guardaba de él para no retenerlos nunca más en mi mente…

-Entiendo…- dije después de calmarme un poco –Tu rechazo…- Sonreí pero ya no hipócritamente, aquí terminaba todo… el delirio acababa. Yo no era la indicada y no sé por cuánto tiempo había cargado con la idea de que sí lo era. Me levanté y arrojé la paleta para otro lado, fui al baño y empecé a lavarme las manos y el rostro… me miré al espejo ¡Como odié ese reflejo! Las pupilas abultadas, el rostro pálido y los labios temblorosos. ¿Por qué lloraba? Debería estar feliz…

“Ayer lo sorprendimos dando un paseo como siempre solía hacerlo” retumbaron las palabras del hombre en mi cabeza

“No sabes, Mirge, lo que yo daría por él. Soy capaz de regalarle mi vida entera para verlo feliz” alguna vez había dicho esa frase

“en este tiempo de soledad no pudo encontrar a otra” me tomé la cabeza con las manos. Yo nunca había actuado así, jamás hubiera hecho eso así como jamás pensé amarlo así.

Estrellé mi mano por el espejo. El dolor que recorrió mi brazo izquierdo no se comparaba con lo que mi alma sentía, mis dedos quedaron inmovilizados mientras el espejo quedó tiritando…. Mi llanto me ahogaba pero no podía dejarlo salir. La sangre empezó a caer en el lavadero mezclándose así con el agua… miré atentamente mi mano, me sentí decepcionada de mí misma

Maldita sea la hora en que me convertí en esto…