"Se acercó y me susurró... : Aqui está tu Superstar, pidiendote que no lo dejes solo...Porque él ..te ama..."

Cap. 22: "Give an advice..."

-¿Lo estás diciendo en serio?- gritó Violeta
-Por supuesto que no- dijo algo molesta
-Me diste un susto- dijo suspirando –Entonces… ¿Cuál es el problema?-
El problema era su miedo, ese miedo que le llegaba cuando se imaginaba una vida junto a él y por alguna razón sentirse tan pequeña en un mundo nuevo y gigantesco que, sabía muy bien, no estaba hecho para ella.
-¿Te das cuenta que preguntas demasiado?- ignoró su pregunta. Ella sólo refunfuñó.
.
Los días fueron pasando, sin nada trascendental. El frió azotaba a Alemania, donde Mirge viajó para pasar las fiestas con Ivi. Sus primeras fiestas lejos de casa para ambas.
Los chicos la pasaron cada uno con su familia, mientras que las fiestas para Gaby y Claudia fueron nuevamente con el clima cálido que caracterizaba al país.
Apenas comenzó Enero, los chicos tuvieron algunas presentaciones y entrevistas, no tantas, pero lo suficiente para mantenerlos lejos de casa y de ciertas situaciones.
Bill había hablado con Gaby muchas veces, pero en ningún momento notó algo raro en ella, eso era porque cada vez que ella lo escuchaba hablar desaparecía cualquier miedo que pudo haber sentido antes. Toda la intranquilidad se convertía en polvo.
Una noche de enero, Gaby se encontraba preparando las maletas para el viaje que haría al día siguiente, su viaje de fin de curso y como lo habían planeado, el viaje donde vería d nuevo a Bill
-¿Qué haces?- preguntó su hermano mirándola desde la puerta
-¡Preparando mis maletas! ¿Acaso no lo notas?- dijo gritando
-Vas a Brasil, no a Estados Unidos ¿Para qué guardas ropa de invierno?- termino de preguntar para luego alejarse riendo de ahí
-¡Demonios!- dijo, volviendo a desempacar. Estaba hecha un manojo de nervios, se sentó al borde de la cama apoyando su frente en su mano, por un momento pensó en no ir a ese viaje pero luego se retractó.
-
El día del viaje había llegado, y ella sabía bien que aparte de eso, también significaba un encuentro, un encuentro que ella se había imaginado muchas veces, pero tenía miedo porque de esa manera definiría algo que la estaba atormentando. ¿Sería capaz de dejar todo para permanecer al lado suyo?
-¡Gaby!- gritó alguien sacándola de sus pensamientos -¿Por qué no subes?- dijo la chica de largos rulos, Celeste, quien gritaba desde la ventanilla del ómnibus
-Ya voy- dijo llevándose la pequeña mochila negra que tenía a mano, por sobre la espalda...
-¿Te pasa algo?- pregunto la morena cuando Gaby se sentó al lado suyo
-No… nada- respondió escuetamente
-Porque…- fue interrumpida
-Seguro estaba pensando en su superstar- dijo Violeta parándose desde su asiento que estaba detrás del de Gaby.
-¿Por qué dices eso?- pregunto Guadalupe, quien estaba al lado de Violeta, con una sonrisa pícara
-¿Eh? ¿Por qué tan segura de eso?- preguntó a Violeta
-Bueno… porque mañana lo verá – dijo mordiéndose el labio y riendo
-¿¡Qué!?- gritaron las otras dos atónitas -¿Por qué no me lo contaste?- preguntó algo enojada la de rulos
-Tal vez porque sabía que cierta persona tendría lengua suelta-
-Ay… Está bien, ya no digo nada- dijo ofendida
-Qué más da si ya lo dijiste todo-
-Entonces… ponte linda…- dijo Guadalupe
-Sí… ¿Qué tal si ya no le gustas y se espanta?- dijo Celeste riendo
Gaby se cubrió la cara con su pequeño cojín. Estaba un poco más aterrada
.
Sus pupilas le pesaban y cierta claridad lastimaba sus ojos
-Ya despertó- escuchó gritar a alguien ¿Acaso le había ocurrido algo?
-¿Qué pasa?- preguntó a penas fregándose los ojos
-¡Felicidades Gaby!- gritaron todos, pero no precisamente en coro
¿Felicidades? ¿Pero porqué? Trató de poner en claro su mente, el día, el mes y fue ahí cuando todo tuvo sentido… 18 de enero, su cumpleaños. Se perdía entre abrazos y saludos, su mente aun no trabajaba, lo que le sucedía todas las mañanas (1)
-Apúrate Gaby- le gritaron desde la puerta del hotel. Caminó con más rapidez para alcanzar a sus amigos.
-Yo elijo esta cama- dijo Celeste eligiendo la más cercana a la ventana.
-¡Ah no! Yo me quedo con esa- se quejó Violeta
-Olvídenlo. Es mi cumpleaños, y me quedo con esta- iban a empezar a quejarse –No me han regalado ni siquiera un caramelo… Asique- ambas guardaron silencio y se resignaron.
-¿Te pasa algo? – Preguntó Celeste – Estas algo pálida-
-¿Más de lo que ya es? – Espeto bromista Violeta acercándose -¡Oh! Podías ser más pálida. No lo sabía- continuo bromeando, su otra amiga la codeó
Gaby se alejó, saliendo afuera, en el pasillo
-Hola…- dijo algo nerviosa
-Gutën Morgen Prinzessin
Gaby soltó una pequeña sonrisa, tímida –No me digas así...-
-¿Qué? Güten Morgen?- dijo riendo. Igual que ella
-No... Lo otro-
-Pero si es verdad... Eres mi princesa- Tanto se ruborizó ella que hasta él podría sentirlo. Le regalo una sonrisa tranquila, si bien ella no lo veía, lo sentía. –Te quería decir que ya estoy en Brasil y puedo suponer que tú también-
-Sí, acabo de llegar- afirmó
-No vamos a poder encontrarnos en el hotel... Será en otro lugar-
-¿Otro lugar? ¿Dónde?-
-Tom te encontrará en el hotel y te traerá ¿Está bien?-
Ella se incomodó un poco –Esta bien. ¿A qué hora?-
-Ahora mismo- dijo riendo
-¿Ahora?- se sorprendió
-Claro. Te espero- dijo en un tono melancólico.
-Nos vemos...- hubo silencio
-Te amo- dijeron al unísono para luego reír. No era la primera vez que pasaba eso (2)
Gaby volvió a la habitación y se encontró con las sonrisas cómplices de sus 3 amigas -¿Qué?- preguntó inocente
-Alguien se va a encontrar con su superstar- dijo Violeta en un sonsonete
-Maldita sea la hora que aprendiste ingles- dijo en un murmullo mientras caminaba hacia sus maletas, aun no había desempacado. Trataba de mantenerse tranquila, aunque sus manos temblorosas y la palidez de su rostro la delataban
-¿Te vas a encontrar con él, verdad?- preguntó Celeste sentándose en la cama a un lado de la maleta
-Qué más da... Sí- dijo finalmente sacando algunos atuendos y caminando hacia un mueble que tenía un espejo de forma circular con un lindo entallado alrededor -Lindo espejo- comentó al sentarse enfrente y tratando de cambiar el tema
-¿Y? ¿Dónde se verán?- pregunto una curiosa Violeta descansando su brazo en el hombro derecho de su amiga
-Que les importa- dijo a secas pero con media sonrisa
-Nos importa… y mucho- dijo la de rulos mientras reposaba su brazo en el hombro izquierda de Gaby
-¿Pueden buscar otro lado donde descansar? Gracias- dijo algo molesta
-Ya basta…- intervino Guadalupe quien, al parecer, era la más tranquila y madura de todas (3)
–Déjenla en paz- dijo sonriendo a Gaby- Y tú ponte linda y deja de temblar-
-Gracias- se miró al espejo. Una palidez que ya solo parecía su piel cotidiana, el cabello un poco largo y algo desordenado, la boca pequeña y sin tanta gracia, el cuerpo de una niña aun menor ¿Por qué se había fijado en ella? Tantas a su alrededor y tuvo que elegir a la chica con más timidez, con una tranquilidad y locura entremezclada en una sola persona lo que la hacía un desastre.
-Gaby…- despertó de su ahogo personal -¿Te pasa algo?- preguntó Violeta
-Nada…- dijo comenzando a peinarse
-En fin… Yo quisiera ver a Tom- dijo Celeste
-Él vendrá por mi hasta aquí- Celeste volteó al instante
-¿Enserio?- Gaby asintió – ¡Quiero verlo! Por lo menos de lejos- dijo emocionada
-De lejos está bien-
*
Tom descendió del vehículo que había alquilado (4) durante su estadía en aquel país. Llevaba unos lentes oscuros y una gorra para así poder evitar ser reconocido. Entró al lobby del hotel, miró hacia un lado y la vio sentada en un sofá, pudo notar que estaba nerviosa ya que jugaba con sus dedos y se acomodaba el cabello cada 2 segundos, aunque no había nada que acomodar. Levantó la mirada y se asustó un poco al notar que él estaba ahí. Él hizo un gesto con la mano para que lo siguiera, ella miró a su alrededor y caminó hacia él
-Hola- dijo algo tímida y casi sin mirarlo
-Hola- dijo él sonriendo. Le causaba gracia su timidez por alguna razón -¿Lista?- preguntó
-Eso creo- dijo dudosa
Caminaron hacia el auto y Tom le abrió la puerta de éste para que subiera rápido
-¿Estas nerviosa?- preguntó algo que, claramente, era obvio per tal vez sólo buscaba un tema de conversación
-Sólo un poco- respondió sonriendo por lo bajo -¿A dónde iremos?-
-Al muelle- dijo tratando de guardar cualquier otro detalle. Aunque la verdad, no había muchos
-¡Oh! Cerca del mar ¿verdad? -dijo levantando por primera vez la mirada (5)
-Claro…- dijo como si fuera lo más obvio - ¿Acaso tienes miedo del mar?-
-Nunca he estado cerca de uno- la miró sorprendido
-¿Lo dices enserio?-
-Ajá, mi país no tiene salida al mar y en los viajes que hice no tuvo tiempo de ver uno-
Tom sonrió, el encuentro se volvía cada vez más interesante.
Un silencio invadió el auto, ella era tan tímida que hasta lo ponía un poco nervioso al encontrarse sin ningún tema del cual hablar. Bill no había pensado que ellos nunca se habían hablado antes, lo máximo fue un “Hola” de parte de Tom que termino en una Gaby desmayada por el asombro. Y unos que otros cruces de palabras que apenas recordaban
Era tímida, pero no como lo era Mirge, quien al estar nerviosa habla de tantas cosas para cubrir su timidez que él puede quedarse a escucharla o contradecirla todo un día.
-¿Por qué sonríes?- preguntó Gaby sorprendida
-¿Sonreí? No lo había notado- dijo casi ruborizado
-¿Pensabas en alguien o…?-
-No… creo que solo se me salió- Gaby miró para otro lado y sonrió
-A propósito ¿Cómo anda Mirge?- preguntó inocente
-¿Mirge? Bien… creo-
-¿Crees?-
-No la he visto en un tiempo. Ya sabes, por los viajes y todo eso- se explicó
-Entiendo…- se preguntaba si debía preguntar lo que le rondaba en la mente -¿Ustedes 2 tienen algo?-
Tom paró de golpe el auto, para su suerte, la autopista estaba casi desierta. Gaby sintió que su corazón casi y salía por su boca –Por suerte uso cinturón de seguridad- dijo mientras trataba de calmar su agitada respiración
-Lo siento- carraspeó Tom –Es que no esperaba que fueras tan directa-
-Lo sé. Discúlpame-
-No te preocupes- respiró hondo
-Supongo que no quieres hablar de ese tema- dijo Gaby, ya un poco avergonzada
-No es eso- dijo ambiguo –La verdad es que… No sé muy bien la respuesta a eso-
Gaby lo miró confundida casi sonriendo. Esa respuesta le parecía muy infantil de hecho, le recordó a un adolescente que nunca sabe lo que quiere o a quien quiere y espera que otros le consigan una respuesta. Pero tal vez lo estaba juzgando muy apresuradamente.
-¿Cómo que no sabes?-
-Bill consideró en traerla con nosotros pero, yo no quise- dijo con el semblante serio
-¿Por qué?- preguntó Gaby casi molesta
-No quise que nos vieran con ella- Gaby ya había enfurecido
-¿Te avergüenzas de ella o qué?- preguntó casi gritando
-¡No!- se apresuró en negar Tom –Y cálmate- dijo algo asustado
-Entonces…-
-Lo que pasa es que… Ella es diferente-
-Sólo porque no es modelo o actriz…-
-¿Podrías calmarte y dejarme terminar?- dijo algo fastidiado pero a la vez algo contento ya que Gaby no se callaba las cosas ni se sonrojaba tanto
-Está bien, está bien…-
-No está acostumbrada a mi mundo y no quiero que todo el mundo la vea y la juzgue- Eso le había recordado a alguien
-Conmigo pasará lo mismo…- dijo algo cabizbaja
-No es lo mismo. Bill nunca se ha mostrado con alguien y cuando te vean a ti, verán que él ha encontrado a su chica. En cambio yo…-
-Has estado con tantas y nadie nunca las tomo enserio- dijo directa
-Porque yo no lo hacía. Además ella trabaja en el lugar donde más la van a juzgar- dijo recordando esa foto que ella tuvo que tomar, lo mal que él se había sentido, y todas las malinterpretaciones que surgieron después eso.
Si bien esa foto llegó a las revistas, el tema había acabado rápidamente ya que ambos lo habían negado. En especial la modelo que estaba en planes de matrimonio.
-¿Sabes algo?- dijo Gaby después de un silencio –Si es por ese trabajo, Mirge puede conseguir otros mejores. Si hablamos de que todos la van a juzgar…- Tom la miró –Todos estamos sujetos a eso en algún momento. Algunos tal vez más que otros-
-Si eres fan, debes saber todos los conceptos que tienen de mí- dijo riendo, con una risa nerviosa y con un toque de molestia
-Ella te quiere y si le das la oportunidad de que te conozca de verdad, no solamente como Tom el guitarrista de Tokio Hotel, jamás le importará lo que puedan decir todas las revistas, todos los blogs o quien sea, sobre ti… Porque estará segura que ella te conoce mucho más que todos ellos- le regaló una sonrisa –En cuanto, a “tu mundo” como dices tú, si deben de estar juntos, ese mundo se convertirá en el de ella y el de ella en el tuyo- Gaby volvió a repetir eso en su cabeza ¿Era aquello un consejo para ella también?
Tom estaba algo avergonzado, pero aliviado. Ella tenía razón
-Mmm ¿Tom?- dijo Gaby después de unos segundos
-¿Si?-
-Ya podemos irnos- sonrió
-¡Ah! Lo había olvidado. Bill ya debe de estar preocupado- encendió el auto y siguieron su camino
*
-Ya llegamos- avisó
-¿Ya? Pe…- tartamudeó un poco –Pero está muy silencioso aquí y no veo el mar- dijo mirando por la ventana
-Bueno, no querrás que medio Brasil te vea…-
-Tienes razón pero ¿Y el mar?-
-No te preocupes por el mar ¿sí?- dijo sonriendo y abriéndole la puerta del auto. Se apresuró en cubrirle los ojos
-¿¡Qué estás haciendo!?- gritó tratándose de quitar sus manos de encima de sus ojos
-Espera un momento- dijo él haciéndola caminar más hacia adelante
-Me estas asustando- dijo casi arañando sus manos
-Bueno, yo me voy de aquí- dijo dejándola
-Pero qué…-
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Y ahí estaba, tiesa, con el corazón estremeciéndose y la alegría que inundaba su cuerpo al verlo ahí con la vista posada en ella.
Para ese día había planeado caminar con tranquilidad, como si fuera un encuentro cualquiera. Pero le fue imposible. Su caminar se volvió en una corrida, más aun cuando una enorme sonrisa empezaba a aparecer en el rostro de Bill…
Hubieran sido unos 10 pasos nada más pero no pudo contenerse.
-¡Gaby!- gritó Bill mientras la rodeaba con los brazos por la cintura y la elevaba, mientras ella lo abrazaba por el cuello
-Por fin…- susurró besándole la frente a la par que sonreía
Bill la bajó y quedó mirándola atentamente, acariciándole la mejilla que de a poco se ruborizaba. Él sonrió al notar eso.
-¿Qué pasa?- preguntó intrigada. Bill acomodó el mechón de cabello que caía sobre su rostro. Se inclinó y la volvió a abrazar por la cintura pero esta vez juntó sus labios con los de ella y los acarició suavemente.
Gaby posó sus manos sobre el pecho de él y sintió el latir de su corazón. Tan acelerado como el de ella
Se miraron y sonrieron
-Ven- dijo él tomándola de la mano
-¿A dónde vamos?- preguntó ansiosa.
Quedó mirando atentamente lo que había tenido frente a ella todo ese tiempo, pero que no había llamado su atención… El mar.
-Es hermoso- dijo con los ojos centelleantes
-Lo sé- dijo vago, ya que él contemplaba otra vista, la que le parecía más hermosa. Ella…
Su cabello bien recogido, sujeto por un pequeño lazo, y algunos mechones que caían a cada lado, sus ojos ligeramente maquillados y esas mejillas tan notorias y algo enrojecidas. Un vestido de playa color celeste claro que le quedaba hasta por sobre la rodilla y llevaba unas sandalias color beige. Tenía unos pies pequeños. Sonrió ante su observación.
Sintió el toque de sus suaves manos y se aceleró su corazón. Ella lo tomó de la mano y luego sonrió, inmediatamente haciéndolo sonreír a él.
-¡Corre!- dijo jalándolo... Casi llevándolo al suelo
-¿Qué pasa?- preguntó confundido
-¿Qué? ¿Acaso nunca has tenido esas ganas de correr?- dijo riendo y corriendo sobre la arena
Él rió… Y corrió tras ella, sacándose los calzados
Ella daba vueltas y reía como nunca lo había hecho antes.
Su lazó se soltó por una brusquedad y su cabello quedó al viento, libre, como se sentía ella en ese momento.
-Está loca…- susurró Bill sonriendo –Pero es hermosa…- corrió hacia ella tratando de atraparla pero ella se escabullía traviesa (5)
-Estas lento mi niño- dijo sonriendo. “Mi niño” por alguna razón aquello le había parecido tan tierno pero con un toque sensual. La forma tan exquisita y dulce con que aquellos labios lo habían pronunciado hizo que se estremeciera.
Ella poco a poco se iba acercando al mar, no pudo contener las ganas de correr hacia allí. Y así lo hizo
Bill quedó sorprendido, pero aun así la siguió…
Gaby se empapo por completo, su vestido quedó ceñido a su cuerpo y el cabello completamente mojado. Sus pies apenas y rozaban la arena. Se fregaba los ojos cuando sintió que unos brazos la aprisionaban.
-Te atrapé- dijo pícaro
-¿Y?- dijo mordiéndose el labio -¿Qué ganas?-
-Esto- acercó lentamente sus labios entre el cuello y la mejilla de ella y depositó un beso, sintiendo hasta las pequeñas gotas del mar en su piel.
Sus corazones parecían no caber en el pecho…
-Feliz cumpleaños…- le susurró al oído. Ella comenzó a acariciarle el cuello llegando a sus labios, los cuales acarició para luego besarlo…



(1) Es la verdad, me pasa todas las mañanas
(2) Por si no lo recuerdan, sucede lo mismo en el capítulo 16 (:
(3) no es verdad, pero necesitaba que por lo menos una sea asi xD jajaja
(4) Supuse que no llevarían sus propios autos. Ya que una vez había leído que solo en ciertos países pueden usar su audi (?
(5) No sé, algo me dijo que lo pusiera así